Descrita por Alois Alzheimer en 1907, la enfermedad que lleva su nombre es una demencia irreversible: una vez iniciada sigue un proceso involutivo y no recuperable. La patología, definida ya por algunos como la gran epidemia del siglo XXI, está ganando terreno en nuestro país y Cáceres no es una excepción. En la provincia la padecen 8.000 personas y afecta a gente cada vez más joven, con edades de entre 50 y 60 años.

El incremento de casos en Cáceres ha propiciado un mayor conocimiento de esta patología y ha facilitado la detección de diagnósticos precoces por parte de los facultativos, algo que contribuye a ralentizarla.

Alzhei Cáceres es la Asociación Cacereña de Familiares de Enfermos de Alzheimer, fundada en 1997 por unos pocos familiares que no encontraban respuesta ante el terrible diagnóstico que los médicos les ofrecían. El colectivo cuenta actualmente con 162 asociados en la ciudad, que se enfrentan a subvenciones escasas por parte de las administraciones, lo que supone problemas para atender debidamente a los enfermos y sus cuidadores.

La asociación tiene su sede en una sala de la casa de cultura Rodríguez Moñino, (avenida de Cervantes), --un 2x2 , la define irónicamente el colectivo por su escaso espacio-- desde la que se realiza un amplio trabajo de información y orientación a los familiares. Marisa Hernández, trabajadora social de Alzhei, explica que su labor principal consiste en informar a los afectados de los recursos de los que disponen, a dónde deben acudir y de los programas que tiene en marcha el colectivo cacereño.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que pasa por tres fases. Los primeros síntomas son los olvidos: "no encuentran las gafas y aparecen en el frigorífico, se desorientan, cambian de carácter, están apáticos, introvertidos...", dice Hernández. Hay médicos que confunden estos síntomas con la depresión, por eso un diagnóstico precoz es fundamental.

DESORIENTACION En la segunda fase los olvidos se agravan. Los enfermos comienzan a perder la memoria inmediata, pero agudizan la remota, es decir, no recuerdan qué han comido pero sí rememoran detalles de cuando, por ejemplo, tenían 4 años. Dejan de lado el aseo, muchos pierden el habla y no conviene dejarlos solos porque suelen perderse a causa de la desorientación. En la tercera fase la mayoría están encamados. Sufren incontinencia urinaria y fecal, la movilidad es mucho más dificultosa y precisan silla de ruedas.

Todas estas situaciones generan importantes conflictos familiares que afectan sobre todo al denominado cuidador principal, la persona que se encarga de cuidar del enfermo, y que en la mayoría de los casos suele ser esposa o hija. Al principio piensan que ellas mismas pueden ocuparse del enfermo, pero pronto se dan cuenta de la carga física y psicológica que ello conlleva.

A hacer más llevaderas estas situaciones límite contribuyen los programas que desarrolla Alzhei. De ellos destaca el servicio de ayuda a domicilio, que es el más solicitado, de hecho en estos momentos la asociación tiene lista de espera. Las subvenciones sólo posibilitan la contratación de cuatro trabajadores. Deben ser auxiliares especializados en el cuidado y atención de enfermos y tienen que conocer a fondo la enfermedad.

A cada familiar se le concede una hora de servicio, que al final se convierte en 45 minutos. El auxiliar no realiza tareas domésticas sino que se limita exclusivamente al cuidado del enfermo: baño, aseo diario, corte de uñas, vigilancia de escaras. Las horas más solicitadas son las mañanas, tiempo en que el cuidador suele estar más ocupado.

MAS PROGRAMAS Este año se inicia un nuevo programa, denominado Intervención con la familia. Un psicólogo se encarga de su atención. Esta iniciativa es vital puesto que, como recuerda Marisa Hernández, el Alzheimer provoca muchos conflictos entre los miembros de la familia, causados por el sacrificio y dedicación que supone el cuidado de una persona con esta patalogía.

Respiro Familiar da nombre al tercer programa que desarrolla la asociación y que es fruto de un convenio firmado con Fundación La Caixa. El objetivo de Alzhei es, a través de este proyecto, atender a enfermos en fase

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