Cacereña de nacimiento, se fue con veinte años a vivir a Italia, donde se formó con grandes artistas y en diferentes técnicas, vieron un diamante en bruto y supieron sacar lo mejor de ella. Ha expuesto en italia de norte a sur, en el Louvre de París, en la estación francesa de esquí Couchervel 1850, en varias ciudades de España y ahora en Inglaterra. Ha sido premiada en Italia, en la ciudad de Agropoli, como una de las mejores pintoras del Cilento (en la región de la Campania), país al que ella estará eternamente agradecida, por todo lo que le ha aportado, artísticamente hablado. La mayor parte de su obra se va fuera de su ciudad, e incluso de su país. Cada obra tiene a sus espaldas un mes de trabajo, llenas de detalles, color, alegría, metáforas... Soñadora, tímida, introvertida, positiva, imaginativa, detallista al máximo, creativa, muy inquieta y divertida, con un gusto muy especial por lo estético y bello. Dulce, especial, encantadora, mágica..., toda una muñeca reflejada en sus obras.

--¿El rincón preferido de su ciudad?

--La plaza de San Mateo, me da la sensación de estar en otra época cuando estoy en ella.

--¿Cómo recuerda su infancia y adolescencia en Cáceres y qué cambios se encontró al regresar?

--Jugando en la calle Salamanca, donde vivía, y sus alrededores, en la zona de Moctezuma, el Rodeo, muchos descampados que ahora están llenos de edificios; el colegio Sagrado Corazón, donde estudié. Era una niña muy tímida y solitaria, siempre iba con mi perro. Recuerdo una infancia muy feliz. En la adolescencia salía poco, pero tengo buenos recuerdos de la Facultad de Filología. Me fui a vivir a italia durante diecisiete años y al regresar me encontré con una ciudad más moderna, mucho más grande, con más expansión, más inquietudes...; pero con los mismos problemas que había cuando me fui, falta de trabajo, muy poca industria, poca infraestructura, pocas oportunidades...

--¿Por qué Cáceres y no una gran urbe para una gran artista como usted?

--Después de estar en varias grandes ciudades, me he dado cuenta que me supera, no la sé vivir. Me gusta dominar la ciudad en la que vivo y estar en ella con soltura. Se puede vivir en una ciudad con calidad de vida, como es Cáceres y seguir exponiendo fuera de nuestras fronteras. Cáceres me aporta tranquilidad y me inspira, incluso cuando he vivido lejos de aquí.

--¿Qué mejoras haría?

--Me gustaría que fuese una ciudad más inquieta, menos provinciana, que se aceptasen mejor las ideas innovadoras. Hay que estar abierto a nuevos proyectos y me gustaría que hubiese más salas donde poder exponer los artistas, más oportunidades para todos, menos recortes en cultura, porque sin cultura no se avanza ni en esta ciudad ni en este pais. Es el legado que les dejamos a nuestros descendientes, desde pequeños deben empaparse de cultura.

--¿Cómo empezó su inquietud por la pintura?

--Desde muy pequeña estuve pintando y con pinceles en la mano, fue innato y en mi familia hay varios pintores. La pasión la cultivé siempre y nunca nadie me cortó las alas.

--¿Cuándo decide dedicarse a la pintura?

--Cuando la dedicación es tal que lo demás está en un segundo plano. Mis maestros italianos supieron sacar la materia prima que había en mí y allí fue donde decidí que me quería dedicar profesionalmente a la pintura. Fue un proceso muy largo, trabajé y me preparé durante muchos años, tardé siete años en preparar mi primera exposición, fue en el 2002, la presentó el Cónsul de España en Nápoles, vendí toda la obra expuesta y tuvo muchísimo éxito. Desde entonces no he parado de trabajar.

--¿Qué destaca del 2014?

--Un año de mucho trabajo, he expuesto por todo el país y ahora en Inglaterra. La inaguración de mi exposición en Manchester fue un éxito total. Es un nuevo mercado. Además, la semana que viene inauguro en Extremadura, en la Sala Cultural Santo Domingo de Mérida, donde se podrán ver mis obras del 6 al 24 de octubre. Este año también he hecho el cartel del la 25 edición del Festival Internacional de teatro clásico de Cáceres.

--¿Cuáles son sus próximos proyectos?

--De cara al futuro, espero seguir trabajando, como mínimo como hasta ahora. Hace poco tiempo he empezado con una línea de merchandising, cuadernos, camisetas..., cualquier cosa que uno se pueda imaginar, con imágenes de mis obras, de mis muñecas. He creado una página en internet donde se pueden adquirir. Y para el próximo año me gustaría crear mi propia empresa, seguir creciendo, incluso con diseños en moda, de calzado, corsetería o mis muñecas en porcelana.