NACIO EN SALAMANCA, 1966.

PROFESION PSIQUIATRA INFANTIL Y JUVENIL EN LA UNIDAD MENTAL DEL SES DE CACERES, UBICADA EN EL CENTRO DE REYES HUERTAS.

FORMACION CODIRIGE EL

CURSO SOBRE TRASTORNOS ALIMENTARIOS CLAUSURADO AYER

EN EL COLEGIO DE MEDICOS

La Unidad Mental de Cáceres atiende mensualmente a unas 20 o 25 cacereñas por trastornos alimentarios: anorexia o bulimia. Cuando llegan ya a esta unidad para ser tratadas, la enfermedad está en una fase avanzada, "intermedia", lo que complica su curación. Evitar la demora en el tratamiento con una detección precoz, es el objetivo del curso sobre la atención de los trastornos alimentarios que se clausuró ayer en el colegio de médicos de Cáceres. Ana María Hernández, la psiquiatra y codirectora del curso, al que han acudido 60 profesionales sanitarios, incide en la necesidad de esa detección precoz en la atención primaria.

--¿Están preparados los centros de salud para detectar este tipo de enfermedades?

--La mayoría de los médicos de atención primaria, pediatras o de familia no lo están, de ahí este curso. El diagnóstico precoz condiciona un pronóstico mejor de la enfermedad y evita complicaciones. En eso estamos fallando y es una de las recomendaciones que tenemos los especialistas del SES para dar esos conocimientos a los médicos de atención primaria.

--¿Y en el tratamiento, existen también carencias?

--Sí, la patología es muy compleja y también su curación, que necesita un equipo multidisciplinar amplio (médico generalista, psicólogo, endocrino, nutricionista, asistente social y psiquiatra). El tratamiento requiere varias fases y nosotros aquí sólo tenemos la detección y la fase ambulatoria. Nos queda la hospitalización, ya que carecemos de una unidad específica, pero está en marcha. El plan del SES del 2005-2008 ya contempla la creación de camas específicas para niños y jóvenes con trastornos psiquiátricos, que ahora se hospitalizan con los adultos. Se está concretando y no se sabe aún en qué hospital se creará.

--Cada vez son más las afectadas y más jóvenes. ¿Se puede considerar esta enfermedad como la epidemia del siglo XXI?

--Creo que sí, si no se corta su avance y hay una mayor conciencia social al respecto. Aunque empieza a afectar también a hombres, no llega a la situación de la mujer, que, creo, no ha vivido nunca una presión social como la de ahora.

--¿Qué factores ejercen mayor influencia en estos trastornos?

--Los que más influyen son los biológicos de la persona y los familiares. En las familias está una parte de la raíz de esta enfermedad: las anoréxicas suelen tener familias perfeccionistas, preocupadas por el cuerpo, el qué dirán y que viven de cara a la galería; las de las bulímicas, son desorganizadas, inestables y con un fuerte descontrol de los impulsos. Después está el factor cultural, como los mensajes subliminales de los medios de comunicación: si estás delgado, tendrás éxito y serás feliz, y si estás gordo, no lograrás lo que quieres. Eso habría también que controlarlo.