Hoy no habrá juicio. El ayuntamiento ha adoptado un acuerdo por el que reconoce explícitamente que Emeterio Corchado volverá a ser el jefe de la Policía Local de Cáceres en cuanto se reincorpore de su baja, y agrega que su cese solo se refería a las funciones de superintendente jefe mientras estuviese enfermo, achacando la polémica creada a "la ambigüedad" de la primera resolución. Este acuerdo fue adoptado el viernes por la Junta de Gobierno Local y entregado a Corchado, quien ayer acudió personalmente al juzgado para pedir el desestimiento del juicio de hoy al entender que la parte demandada ha atendido sus requerimientos.

Paralelamente, Angel Carvajal anunció el martes que dejaba las funciones de superintendente jefe, aunque seguirá al frente de la policía como jefe provisional, un rango que en estos momentos sí le corresponde al estar sus superiores de baja, pero ahora como subinspector, no como superintendente. Sin embargo, en el ayuntamiento no se sabía ayer nada de esta decisión de Carvajal, enviada por él mismo a los oficiales de la jefatura a través de un SMS al que ha tenido acceso este diario por distintas vías. En él aduce motivos familiares y profesionales, y explica que ha puesto su nombramiento a disposición de la corporación, y que se le ha aceptado. Pero ayer el Grupo Municipal Popular lo negaba: "Angel Carvajal sigue igual, con las mismas atribuciones encomendadas hasta ahora", explicaron desde el consistorio.

Esta polémica, que ha sido llevada incluso al Supremo por los partidos de la oposición al advertir indicios de prevaricación, se desencadenó el 3 de febrero. Ese día, a través de una resolución de alcaldía, se acordó literalmente, según recoge el acta, "cesar a D. Emeterio Corchado en las funciones de superintendente-jefe de la policía local" mientras se encontraba de baja médica, y seguidamente "nombrar a D. Angel Carvajal superintendente-jefe en funciones". El secretario municipal informó de que Carvajal no cumplía los requisitos legales del puesto (no es licenciado ni tampoco funcionario del Grupo A1), pero la alcaldesa lo reiteró basándose en el buen funcionamiento del servicio.

TRES FRENTES JUDICIALES Por ello, la oposición ha elevado una denuncia al Supremo (la alcaldesa es senadora y aforada), y por ello el propio inspector Emeterio Corchado presentó un recurso ante el juzgado contra su cese, alegando que las Normas Marco de la policía local establecen que el jefe será el policía de mayor rango. Además, Corchado alegó que él no había sido nunca nombrado superintendente-jefe, un puesto que solo se alcanza a través de una oposición, sino que únicamente desempeñaba tales cometidos tras haber pasado a segunda actividad el auténtico superintendente, César García. Otra subinspectora, Rosalía Navarro, también interpuso un recurso al entender que tiene más antigüedad, titulación y méritos que el propio Carvajal a la hora de sustituir a Corchado. El juicio está fijado para el 10 de mayo.

Tras esta sucesión de denuncias, y con el primer juicio a la vista, el ayuntamiento inició contactos a principios de abril con Emeterio Corchado. Dichas conversaciones desembocaron en el nuevo acuerdo que se adoptó el pasado viernes, pero que no se incluyó en el orden del día ni tampoco se hizo público (de hecho, el Grupo Popular sigue sin hablar del asunto). El PERIODICO tuvo acceso ayer al escrito. En él se dice que conviene aclarar los términos de aquella resolución del 3 de febrero, porque "ciertamente puede ser ambigua" y se afirma que a Corchado no se le cesó como jefe, sino como superintendente-jefe, agregando que en el momento en el que se reiconcorpore será de nuevo el responsable policial.

En dicho acuerdo, sin embargo, se ratifica a Carvajal como superintendente-jefe en funciones, decisión que motivó la denuncia de la oposición.

El propio Corchado confirmó ayer por la mañana que había presentado ante el juzgado un escrito de desistimiento para anular la vista, una vez que la Junta de Gobierno Local había accedido a los requerimientos que él solicitaba ante el juez, es decir, que se respetara su condición de máximo cargo de la jefatura (inspector). No obstante, en ese escrito se reserva el derecho de volver a litigar si la parte demandada no cumple.

En cambio, otra reclamación de Corchado, relativa a la devolución del complemento económico que se le quitó en febrero, tras su cese, por el ejercicio de sus responsabilidades, no parece tan clara, ya que un informe de la Sección Municipal de Intervención establece que no puede pagarse a dos personas por un mismo cargo, y por tanto Corchado lo percibirá cuando vuelva y asuma de nuevo los máximos cometidos.

EL REGRESO ¿Pero volverá Corchado? Ni su entorno ni él lo descartan y podría ser incluso en próximas fechas, ya que la enfermedad por la que se ausentó en noviembre parece controlarse a tenor de los sucesivos análisis. El inspector cumplirá pronto 57 años y está dentro del periodo voluntario de pase a segunda actividad, aunque rehúsa hablar de esa opción.