Cuando rozaba la mayoría de edad le diagnosticaron trastorno de la bipolaridad, enfermedad que le ha llevado a perderse una buena parte de su vida por sus constantes ingresos en Psiquiatría. Ángel Doncel, 48 años y el mediano de tres hermanos, sufría brotes psicóticos que le llevaron a la desesperación, porque no comprendía lo que le estaba ocurriendo. Encontró en la escritura un medio de liberación, que le permitía expresar sin miedos lo que sentía. Ha escrito ya cinco libros y ayer presentó el primero de ellos, Como bajado del cielo. Narra la historia de un crimen en el que los dos principales protagonistas son un abogado (él estudió Derecho) y una persona bipolar. Le gustaba leerle sus libros a su madre y su padre fue su mejor crítico. Hoy ninguno de los dos está, pero se lo dedica a ellos.

-Este es el primer libro que edita, pero ya ha escrito otros cuatro. ¿De dónde surge su pasión por escribir?

-La pasión por escribir la tengo desde muy joven. Cuando leí La Gitanilla de Cervantes escribí mi primera poesía, con catorce años, y la leí en el colegio delante de todos los alumnos. Decían que eso no lo podía haber escrito yo.

-¿Cómo le diagnostican el trastorno afectivo de la bipolaridad?

-Tenía leves depresiones en la adolescencia, que me venían en la primavera y se iban en verano. Pero fue a raíz de una profunda depresión que sufrí en COU.

-¿Vino por algo en concreto?

-No, era endógena. En los bipolares las depresiones no tienen una causa.

-Superó COU y después estudió la carrera de Derecho...

-Sí, pero me costó. En primero me dio el primer brote psicótico. Fue una experiencia paranormal, se me elevaron los brazos, me pareció escuchar una voz del cielo que decía: «tú y tu hermano salvaréis el mundo» y en el espejo vi la imagen de Jesús reflejada. A partir de ahí estaba muy acelerado y eufórico. No me ingresaron porque me trató mi tío, que era psiquiatra y vivía en el segundo piso en mi mismo bloque.

-¿Pasó miedo?

-Me asusté mucho con el primer episodio psicótico porque fue muy fuerte. En el libro dedico un capítulo a definir lo que es el trastorno afectivo bipolar, o lo que se conocía antes como psicosis maniaco depresiva.

-Y a pesar de todo consiguió aprobar Derecho…

-Sí, y estudié la oposición de jueces y fiscales, pero tuve una recaída. Me curaba dando paseos por Ruta de la Plata, lo que me hacía relajarme. Me recuperé en unos meses y seguí con la oposición. Llegué a memorizar 120 temas a la semana, pero no me pude presentar porque se retrasó el examen un mes y caí rendido, no tenía fuerzas para presentarme; iba con las fuerzas justas. Después de ello tuve varias recaídas y alguna hospitalización y mis padres me llevaron a un psiquiatra en Madrid. Me dijo que la bipolaridad «es el constipado de las enfermedades mentales», pero yo no estoy de acuerdo con eso porque yo he sufrido mucho por ello y sé de gente que ha llegado incluso al suicidio.

-¿Por qué dice que ha sufrido?

-La bipolaridad me llevó a estar en coma porque me dieron una medicación en una cantidad ingente. Ese coma me dejó muy baldado y tuve numerosas recaídas con las que tuve que estar ingresado. Entonces me propusieron entrar en el centro residencial de rehabilitación de Plasencia. Al principio estaba psicótico, pensaba que me tenían vigilado en todo momento. Estaba completamente desesperado.

-¿A qué se debía esa desesperación?

-Porque no entendía lo que me pasaba, no era consciente, distorsionaba la realidad. Creía que todo estaba en contra de mí.

-Ahora vive en un piso tutelado en la Mejostilla...

-Es como si fuera un piso de estudiantes. Nosotros nos hacemos la comida, la limpieza,… Y tengo todas las tardes libres, desde que termino de comer me subo al autobús y me voy a mi casa a leer y a escribir. Es una vida muy ordenada y muy disciplinada, que te ayuda a la estabilidad. Los fines de semana los tengo libres y los paso en mi casa, eso es un paso hacia la emancipación.

-¿Escribir le ayuda?

-Escribir para mí es liberador y sanador, es terapéutico. Publicar un libro es un gran logro. Yo ya tengo la remuneración por el solo hecho de escribir y luego, si se vende, estupendo.

-¿Es feliz?

-Sí, la felicidad consiste en tener un proyecto de vida e ilusiones, fijarlas en el tiempo y luchar por ellas para que se vean cumplidas. En mi escritorio tengo escritas siempre dos frases: «para cumplir un gran sueño hacen falta dos cosas, actitud para soñar y persistencia» y «mantén tu ilusión en tu propia carrera, por humilde que esta sea, es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos». No las olvido nunca.