La recuperación del casco histórico cacereño ha entrado en recesión como lo han hecho la economía y el sector inmobiliario. Un año más, el número de actuaciones de rehabilitación en inmuebles del conjunto monumental y su entorno ha experimentado un ligero descenso.

No es muy significativo, 6 menos que en el 2006, pero el dato confirma la tendencia a la baja que atraviesan estas intervenciones y que comenzó a detectarse en 2005. "La subida de tipos del euribor unido a diferentes circunstancias económicas desfavorables, hacen peligrar el ritmo de las rehabilitaciones y adquisiciones de inmuebles en la zona", valora el responsable de la Oficina de Rehabilitación de Cáceres, José Luis Sánchez de la Calle, en su informe anual.

En total, el año pasado se cerró con 58 intervenciones, la mitad que cinco años atrás, según datos de dicha oficina. El retroceso es, por lo tanto, "importante", asegura Sánchez de la Calle.

Los promotores de estas actuaciones invirtieron el año pasado 1,30 millones de euros, de los que unos 500.000 euros proceden de ayudas públicas. La zona que acaparó mayor atención de estos promotores fue el entorno de la plaza de la Concepción (27 proyectos), seguido del área de Pizarro y Caleros.

Según De la Calle, se está produciendo una selección cada vez mayor de las casas que se rehabilitan, entre otras cosas debido al menor número de inmuebles desocupados o pendientes de rehabilitar. También por el propio perfil de los propietarios, con un nivel económico más alto que permite llevar a cabo actuaciones de rehabilitación integral.

Son en general personas muy jóvenes, de diferentes sectores sociales y con un único punto en común: "Gusto por vivir en el centro histórico sopesando todas sus incomodidades respecto a otras zonas en expansión".

Para que esto sea posible y que se mantenga el ritmo de las rehabilitaciones, es necesario, según De la Calle, un cambio "sustancial" de la normativa que regula la financiación de estas actuaciones y que hoy impone muchas limitaciones, como ingresos económicos o propiedad de otras viviendas, que impiden acceder a las ayudas públicas.

VALORACION Asimismo, es imprescindible y urgente la revisión del Plan Especial de Protección que contiene desde errores gráficos y de interpretación del nivel de protección de algunos inmuebles --detalla el técnico de la oficina-- e incluso declaraciones fuera de ordenación inadecuados. En general, el plan no está adaptado a las necesidades actuales de los inmuebles del casco histórico.

La propia alcaldesa, Carmen Heras, responsable además del área municipal de Urbanismo, lo reconoce y por eso ha dado los primeros pasos para su revisión. "Los técnicos están elaborando el pliego de condiciones para sacar a concurso el proyecto de revisión", explica. "Tenemos que darle una vuelta de tuerca y hacer más flexible la normativa". Asimismo, tiene previsto a corto plazo reforzar y dar mayor contenido a la oficina municipal de rehabilitación.