TAtprovechando las ofertas de las agencias de viaje acuciadas por la crisis, Franquete pensó en disfrutar de unas vacaciones playeras por fin. Pero como los sueños no son exclusiva de Martin Luther King, Franquete también tuvo un sueño. Se vio embadurnado de una pringosa mezcla de cremas y arena, salpicado por decenas de nenes que chapoteaban en el agua, golpeado por cientos de pelotas de fútbol y de tenis, cargando con una sombrilla, la correspondiente silla, una bolsa, paletas... Pasaría las noches en vela a causa de las verbenas y fiestas, su cuerpo sufriría un calor pegajoso que atraería a las moscas.

Por si fuera poco, la noticia se había extendido por toda la ciudad y llegó a oídos de Saponi, presidente de una oenegé llamada ´Catovi´. " Oye, de eso nada. Tú, como vicepresidente de esta inmemorial organización no puedes irte ahora que me voy yo. ¿Quién se va a quedar para guardar las esencias del cacereñismo?". Sus fieles oyentes colapsaron las líneas de la centralita de la emisora. " Vale que nos quedemos sin Federico Jiménez Losantos, pero que te vayas tú, eso no se puede aguantar".

Total que decidió pasar otro verano en Cáceres. Es decir, piscina, terraza, paseo por Cánovas al anochecer, escuchar por la mañana " Hoy viene atizando, ¿eh?" y por la noche "Pues a las tres, en el termómetro de la Cruz marcaba cuarenta y uno". Pero no estará solo. Le acompañará ´Juanvic´, ya que no le ha tocado la lotería.