Una caída durante la celebración del ascenso a Primera del Real Valladolid dejó a Antonio Aragoneses en una silla de ruedas. Rebross organizó ayer una gala para recaudar fondos para que pueda acceder a una terapia en Orlando (EEUU) que podría devolverle la vida

Aficionado del Valladolid y del Cacereño, el fútbol le ha dado al cacereño Antonio Aragoneses lo mejor y lo peor de su vida. Hace siete años estudiaba Telecomunicaciones en Valladolid. En abril el equipo vallisoletano ascendió a primera división y no dudó en salir a celebrarlo con sus amigos. Subidos a una fuente, en mitad de una euforia inolvidable para él, se resbaló y se dio un golpe en el cuello. Desde el primer momento notó que no podía moverse, pero siempre pensó que podía tratarse de una rotura en algún hueso. Nunca se le pasó por la cabeza que aquello iba a suponer el final de cómo hasta entonces había entendido su vida.

La caída le provocó una lesión medular C5/C6, que le ha dejado imposibilitado. Se desplaza en silla de ruedas y se ha convertido, de la noche a la mañana, en una persona dependiente. Su familia es su mejor apoyo. "Necesito a alguien a mi lado 24 horas, sin ellos no podría estar como estoy ni tener el ánimo que tengo", cuenta Antonio. Los primeros meses fueron duros, pero su entereza le ayudó a no perder las ganas de luchar, tanto, que nunca necesitó ayuda psicológica. "Era un chaval de 20 años y cuando te dicen que no te vas a poder mover se te cae el mundo encima. Al principio estuve enfadado con el mundo, pero hay que seguir hacia adelante y ahora me considero una persona feliz, igual que lo era entonces", asegura.

Antes del accidente era un joven deportista y activo, le gustaba salir a correr y jugar al fútbol con sus amigos. Ahora no puede hacerlo pero el fútbol sigue siendo primordial en su vida: "El fútbol está conmigo de otra manera, me paso las horas muertas viendo partidos", señala.

La lesión le obligó también a dejar sus estudios. Actualmente ha retomado el contacto con la universidad, pero a distancia, e intenta sacarse el graduado de Educación Social. "Si volviera atrás volvería a subirme a aquella fuente, fue mala suerte y por eso no me arrepiento de nada, sigo siendo aficionado del Valladolid y del Cacereño, se vuelcan mucho", reconoce.

Ha puesto en marcha el proyecto 'Ayúdame a andar', una página web a través de la que busca conseguir fondos para poder acceder a una terapia especial para lesionados medulares, que se realiza en un centro de Orlando, en EEUU. "No me pueden asegurar que vaya a poder caminar, pero sí que vaya a notar una importante mejora en la calidad de vida. Para mí simplemente poder levantarme de la silla a la cama y de la cama a la silla sin necesidad de otra persona ya es un logro", indica.

Necesita unos 75.000 euros y lleva recaudados un 27%. En la web aparece el número de cuenta para ayudarle, pero no es esta la única forma de apoyo. Ayer la Fundación Rebross organizó una gala solidaria en Mastropiero Gastrobar y han sido innumerables las veces en que diferentes equipos de fútbol regionales y nacionales han puesto su granito de arena. ¡Suerte, Antonio!