Catedrático de urbanismo de la Uex. vicepresidente en España del consejo internacional de monumentos y sitios (icomos), que asesora a la Unesco en materia protección del patrimonio. miembro de la comisión de seguimiento del plan especial

Antonio Campesino fue la cabeza visible de la Plataforma por la Defensa de la Ciudad Monumental de Cáceres, nacida en marzo del 2006 en contra del primer diseño para el hotel Atrio y ejerció como uno de sus portavoces. Su oposición a aquel proyecto fue contundente, casi tanto como su apoyo a esta segunda propuesta.

--¿Conoce el nuevo diseño?

--Sí, hace varios meses los arquitectos (Luis Mansilla y Emilio Tuñón) me invitaron a Madrid para conocer el proyecto, aún inédito, antes de presentarlo al ayuntamiento. Me lo enseñaron como profesional, vi las maquetas y me explicaron el proyecto, que imagino que es el mismo que se ha presentado.

--¿Considera que ahora es viable técnica y jurídicamente?

--Sí. En principio, creo que se adecua al espacio. Responde a los criterios de rehabilitación y no de renovación sustitutiva total como planteaban antes, por lo que técnicamente podría aprobarse. Tiene las objeciones de la agregación de parcelas y el aumento de superficie por la suma de los dos solares, que tendrá que resolverse con la modificación puntual del Plan Especial, pero no hay incremento de volúmenes ni alturas como en el proyecto anterior. Habrá que ver todavía si se respetan algunos de los elementos del edificio de la Junta, como bóvedas, arcos o carpintería. Tampoco es un gran problema el tema de las ventanas. Los vanos de la fachada de San Mateo son actuales, falsos, y la terraza está disimulada.

--¿Podría este nuevo diseño generar la polémica o la oposición ciudadana que suscitó el anterior?

--No, el diseño actual está totalmente insertado en los volúmenes existentes y hay un respeto con el entorno que antes no había, porque se mantienen las cotas actuales y no se tapan edificios, como el palacio de los Golfines. Lo que vaya dentro no se va a ver desde fuera, y la fachada se mantiene, con la pátina de la rehabilitación y de un hotel de lujo, pero no habrá impacto.

--¿Encaja por lo tanto en la ciudad monumental?

--Por supuesto. El tema estético es otra cosa porque en eso cada uno tiene una opinión, el problema es pasar de una renovación salvaje a un proyecto más responsable de rehabilitación, que permitirá introducir un elemento clave que necesita Cáceres, como el hotel y este restaurante.

--¿Las modificaciones puntuales del Plan Especial que requiere estarían justificadas?

--Sí, por qué no. El problema del uso funcional es el mismo que había por ejemplo en el Parador de Turismo, que también tenía un uso administrativo. El uso es compatible con el espacio totalmente. La agregación de parcelas puede ser más controvertido porque crea un precedente y pueden surgir agravios comparativos, pero sin eso no hay proyecto y puntualmente, con carácter excepcional, estaría justificado.

--Usted lo respalda, ¿cree que lo hará también la comisión del Plan Especial?

--Yo lo asumiré como profesional y miembro de la comisión, después enviaré una memoria a Icomos e imagino que no habrá problemas. Puede haber un voto unánime favorable en la comisión, puesto que antes ya tenía defensores.