La barriada de Antonio Canales necesita un microbús. Así lo demandó el presidente de la asociación vecinal, Juan Meneses, que se queja de que los vecinos no tienen ningún transporte público que conecte su barriada con el centro de la ciudad. "Aquí viven muchas personas mayores a las que les cuesta andar. De hecho hay muchas que no bajan hasta la Plaza Mayor porque no se atreven", indicó el representante.

El barrio tuvo hace tiempo un microbús (un autobús no cabría por algunas calles) pero desapareció cuando cambiaron la dirección de la calle Ceres, donde efectuaba una de las paradas. Ahora el autobús más cercano se encuentra junto al párking de Obispo Galarza: "está un poco lejos para nosotros", afirmó Juan Meneses.

Desde el ayuntamiento aseguran que estudiarán la situación de la barriada: "hay que sentarse para ver dónde hacen falta autobuses. En Cáceres hay líneas que solo tienen un par de clientes, por lo que no son necesarias. Y mucho menos teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra la empresa en estos momentos", indicó el alcalde en funciones, Cipriano Madejón.

Por otro lado, se quejan de la "escasa" vigilancia policial que existe en la barriada. "Parecerá una tontería, pero el otro día en el parque de Plaza Italia un perro que estaba suelto atacó a otro y casi lo mata. Son situaciones peligrosas porque allí juegan muchos niños. Algún día va a pasar algo", indicó el presidente.

Además, los animales ensucian las calles del barrio. De hecho, los vecinos piden a toda costa que arreglen el pipi-can para que los perros no dejen excrementos en medio de las vías o en los jardines. Y piden a los residentes que sean cuidadosos en este sentido y que recojan con bolsas las deposiciones de sus animales.

PROBLEMAS EN LA SEDE Por otro lado, el presidente vecinal demanda al ayuntamiento el nuevo mobiliario de la sede, que se inauguró, tras las obras realizadas, en el mes de junio. "Esto está manga por hombro. No han terminado las obras porque queda por instalar el fregadero y otras cosas. Y no tenemos nuestras mesas y nuestras sillas que nos prometieron", protestó Juan Meneses. De momento se valen con las antiguas pero durarán poco porque se encuentran bastante deterioradas. "Si no nos traen sillas nuevas tendremos que tapizar las antiguas. El problema es que no hay dinero", concluyó Meneses.