EDAD 47 AÑOS

LUGAR DE NACIMIENTO CACERES

ESTADO CIVIL CASADO

PROFESION GUARNICIONERO

AFICIONES LOS CABALLOS, LA CAZA Y TODO LO REFERENTE AL CAMPO

Todo lo relacionado con la artesanía de la piel le es a Antonio Muriel muy familiar, no en vano él es la cuarta generación de una familia de guarnicioneros cacereños. En su taller, en Santa Joaquina de Vedruna, une la confección de todo lo necesario para el jinete y el caballo, con la reparación de calzado.

--¿Hay muchos guarnicioneros, o es ésta una profesión que tiende a desaparecer?

--Que yo sepa, en Cáceres nuestro taller es el único que queda. Antes los guarnicioneros éramos más necesarios, porque había muchos más caballos y éstos generaban mucho trabajo, pero hoy tienes que hacer más cosas si quieres vivir de esto.

--¿En Cáceres hay suficiente afición al caballo como para tener un negocio como el suyo?

--Es por épocas, pero el trabajo, más que la afición a la hípica, nos lo proporcionan los vaqueros y los amantes de las romerías. De todas formas no puedes limitar tu trabajo al mundo del caballo, pues hay que tener en cuenta que una buena montura o un zajón pueden durar toda la vida. No son cosas que uno se compre todos los días.

--Usted une la reparación del calzado con la confección artesanal de todo tipo de elementos relacionados con la equitación y el campo, si tuviera que elegir, ¿con qué se quedaría?

--Con la guarnicionería, pero ya le digo que hoy en día no se puede subsistir sólo con ella.

--Y trabajando la piel, ¿qué es lo que más le gusta hacer?

--De todo, pero si puedo elegir me quedo con la bota campera.

--La guarnicionería, su pasión, ¿y la reparación del calzado?

--Un complemento para poder tener más ingresos al mes.