Con una prolífica producción --cinco libros en solo seis años--, el villanovense Antonio Reseco presentó ayer su último poemario titulado Geografías , que hace el número 29 de la colección abeZetario de la Institución Cultural El Brocense de la Diputación de Cáceres.

--¿Publicar poesía en nuestra sociedad es un triunfo?

--Más que el triunfo de publicar poesía, que puede conseguirse, está en el triunfo de que sea leída, que es mucho más complejo. Se lee poca poesía, se escribe mucha y se publica bastante.

--¿Para que sirve la poesía?

--Es una forma de expresión intrínseca al propio autor con la que transmite algo a los demás. Dudo mucho de que en la actualidad tengan cabida las antiguas intenciones de cambiar el mundo o la sociedad. Luis García Montero dice que un minuto de televisión vale más que un montón de libros de poesía.

--´Geografías´ es un viaje...

--Más que un viaje, lo que hago es situarme en puntos determinados de una geografía cualquiera y viajo a múltiples sitios a través del arte, de espacios, lugares, ciudades y sensaciones.

--¿Qué diferencia este poemario de otros anteriores?

--Formalmente hay una diferencia clara con una puntuación gráfica distinta al resto de los libros. En este libro se prescinde de mayúsculas y puntos y utilizo solo las comas. Temáticamente hay una continuidad con alguno de los anteriores.

--¿El poeta debe soñar?

--Debe tratar de transformar la visión que tiene de la realidad porque, si le gustase, probablemente no existiría la poesía.

--¿Cómo están de salud los poetas extremeños?

--Bien. La poesía extremeña tiene autores importantes que están haciendo cosas interesantes, ni más ni menos que fuera de Extremadura. No somos ni mejores ni peores. Por ejemplo, Basilio Sánchez, que está haciendo una obra poética personalísima, y autores jóvenes.

--Ha traducido textos del catalán al castellano...

--Han sido dos obras de teatro de un autor de Lleida llamado Emili Baldellou. Somos amigos y él ha traducido una obra mía. Es una forma de demostrar que la lengua debe ser un instrumento de intercambio cultural y de comunicación y no un arma arrojadiza.