El aparatoso incendio que tuvo lugar en la tarde de ayer en el edificio conocido como la Huerta del Conde, situado en la ronda de San Francisco, activó todas las medidas de seguridad de la ciudad. Hasta cuatro dotaciones de bomberos, tres vehículos de la policía local, varios de la Policía Nacional, una ambulancia de Cruz Roja y tres grúas municipales se desplazaron al lugar.

El fuego se inició en una zona de calderas anexa a la vivienda principal del inmueble. El propietario de la finca explicó a EL PERIODICO que fue una chispa de un soplete con el que se trabajaba para desmontar una caldera de gasoil lo que provocó el incendio e hizo saltar la alarma.

Eran aproximadamente las 18.30 horas cuando bomberos y policías llegaron a la zona, que fue acordonada de inmediato. El intenso humo negro provocado por los restos del gasoil que ardía obligó al uso de mascarillas por todos los que intervinieron, y aunque no fue necesario el desalojo de los vecinos, los agentes ordenaron que se cerraran puertas y ventanas en todos los edificios próximos.

En apenas media hora las llamas se habían controlado y el humo había desaparecido. Esta rápida intervención de los bomberos, con agua y espuma, evitó males mayores, pues según indicaron a este diario algunos de los participantes en su extinción "la presencia de garrafas de acetileno en el lugar podía haber causado una tragedia, ya que este producto, utilizado en los sopletes, es altamente inflamable".

Al final, sólo el susto y algunos daños materiales "que ahora se tendrán que valorar".