El monumento de bronce que, dedicado al grupo El Redoble e integrado por una pareja de baile, se encuentra instalado en la céntrica plaza de la Concepción ha vuelto a ser víctima de un acto vandálico. Por segunda vez en poco menos de año y medio, la figura femenina del grupo escultórico ha sido mutilada a la altura de los tobillos y abandonada en el suelo, de donde horas después sería retirada por agentes de la policía.

Del suceso, sobre el que se ha abierto ya la oportuna investigación policial, y que al igual que el anterior tuvo lugar de madrugada, alertó el vigilante del Palacio de la Isla. Fue él quien, sobre las 04.30 horas de ayer comunicó a la Policía Local que una de las figuras del monumento El Redoble había sido arrancada y tirada.

Los agentes se personaron en el lugar y, tras comprobar el nuevo acto vandálico, con la ayuda de una grúa municipal trasladaron la escultura hasta el depósito de vehículos de la Jefatura, donde ayer se custodiaba a la espera de que por técnicos de la brigada de obras se repare y se coloque de nuevo en su sitio. Este diario quiso comprobar el estado de la misma, pero el concejal delegado, Carlos Jurado, desautorizó el acceso al lugar donde se encontraba.

Sí confirmó, no obstante, que la figura había sido arrancada y cercenada a la altura de los tobillos, algo apreciable en el monumento, donde ayer, junto a la figura masculina del grupo escultórico solo se encontraban los pies de la mujer. Jurado señaló también que, como muy tarde el lunes, la figura será de nuevo instalada en su lugar "y se tratará de reforzar su anclaje al soporte, con tornillos más fuertes o algún otro medio, para que resulte más difícil doblarlos y así evitar estos sorprendentes actos de vandalismo".

ASUMIR LOS DAÑOS No es la primera vez, como se ha indicado, que este monumento, obra del escultor Antonio Fernández, valorado en 300.000 euros y que se colocó en marzo del 2004 como tributo al grupo folclórico cacereño El Redoble, es víctima de un ataque vandálico. Ya en noviembre del 2007 fue objeto de un acto prácticamente idéntico al ocurrido ayer de madrugada. En aquella ocasión la investigación policial dio sus frutos, y apenas una semana después el autor, un cacereño de 42 años, del grupo de indigentes que suelen reunirse en Calvo Sotelo, era identificado y detenido.

También ahora se espera poder detener al autor de esta nueva agresión, pese a que se reconoce que en hechos de esta naturaleza no es fácil localizar a testigos presenciales. Y no parece que en este caso los haya, pues según reconoció ayer a este diario Roser Gruart, presidenta de la Asociación de Vecinos Zona Centro, "de momento nadie nos ha hecho ningún comentario ni presentado denuncia sobre este acto vandálico".

Indignada por esta nueva agresión a los elementos del mobiliario urbano, la presidenta vecinal insistió en reiterar que el primer paso para evitar el vandalismo "es la educación", aunque consideró también que quizás "se evitarían muchos si se castigaran con sanciones económicas elevadas".

En estos momentos, según confirmaron fuentes policiales consultadas por EL PERIODICO, para los autores de daños al mobiliario urbano no existe una sanción establecida. "Si se demuestra la autoría la pena que los jueces suelen imponer a los autores es la reparación del daño, es decir, pagar el arreglo de lo destrozado, y las costas del juicio, pero no hay sanción económica además de esto".

Y si no se detiene a los autores es el ayuntamiento el que ha de hacer frente al coste de la reparación, que en este caso se calcula será similar al de la ocasión anterior, de unos 700 euros. Cabe recordar que este tipo de ataques, los actos de vandalismo contra el mobiliario urbano en general, le suponen a las arcas municipales un gasto bastante elevado, de unos 500.000 euros anuales.