Más de un centenar de jinetes correrán por las calles de Arroyo de la Luz el Lunes de Pascua. Con esta carrera, fiesta del Día de la Luz, se recuerda la victoria de los cristianos sobre los musulmanes en 1229, y la ayuda de la Virgen para poder lograr la victoria.

Varias calles, con una longitud de 845 metros, forman la corredera , en la que arroyanos y visitantes comen y beben mientras ven pasar los caballos. "Desde los balcones se ve como si fuera una gran cremallera humana, que se abre y cierra al paso de los caballos", señaló ayer en la presentación de la fiesta Santos Jorna, alcalde de Arroyo.

Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional en 1997, se viene celebrando desde hace 765 años, y hoy se intenta mantener viva y recordar cómo los jinetes de entonces corrieron al pueblo para comunicar la victoria de la batalla contra los moros.

La fiesta, según Jorna, se sustenta en tres pilares fundamentales: la fe; la pasión de los arroyanos por el mundo del caballo --son ya un referente en Extremadura y España--; y la vocación artística, que lleva a muchos vecinos a crear o restaurar carrozas.