Habana Espacio Libre decidió clausurar ayer la polémica obra del artista Ismael Alabado que mató a un millar de grillos y utilizó otros 4.000 metidos en cajas. La decisión fue tomada por los artistas que participan en la exposición colectiva, subvencionada por Cáceres 2016, ante la negativa del autor madrileño afincado en Plasencia de hacerlo, a pesar de las peticiones expresas de la candidatura, las denuncias de ecologistas y la amenaza de la Junta de Extremadura de una multa de hasta 15.000 euros si se determina que existe maltrato animal.

Aunque el autor del montaje aseguró por la mañana que su intención era no retirarlo para, dijo, "no ceder a las presiones y dar la razón a los que me acusan de maltrato", finalmente fue la sala la que dio el paso, un día después de las dos inspecciones realizadas por la Consejería de Agricultura y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.

Según explicaron artistas de la sala, de la que forman parte una veintena, el rechazo expresado ayer por el presidente de la Junta pidiendo la retirada de la obra precipitó la decisión. Fernández Vara afirmó a Efe que la instalación "produce rechazo a la mayoría de personas que la ven", pidió a la sala y al autor que "entiendan el papel que cada uno tenemos que hacer" porque "no es una persecución contra nadie" y reflexionó que, para que se quede en un hecho puntual, "deben retirar la obra".

RECTIFICAR Sin embargo, Vara reconoció el trabajo realizado por los creadores, asegurando que "una obra no puede tirar por tierra toda una trayectoria, la de una sala que hace las cosas bien en una ciudad que apuesta tanto por la cultura" y la de un artista que "tiene otras creaciones de gran valor".

También se refirió al acta de inspección abierto por Agricultura del que, dijo, "confía en que no termine por la vía del expediente", recordando que "hay que dejar que el instructor tome las decisiones oportunas con todas las garantías para las partes que participan en este proceso".

Alabado, que no contestó a la llamadas de este diario tras la clausura de la obra, había asegurado por la mañana que contaba con el apoyo de la sala y que solo se plantearía la retirada si escuchaba las razones de sus responsables. "No es un pulso. Es una manifestación artística", respondió el artista tras las críticas por haber utilizado grillos vivos.

Los artistas tenían previsto hacer público un comunicado conjunto pidiendo la retirada de la obra por los perjuicios que estaba ocasionando al espacio artístico. Aunque las puertas de la habitación del montaje de los grillos quedaron cerradas, el resto de las estancias seguirán abiertas para poder ser visitadas.