Con un solo cuadro que se venda a 70 euros podrán escolarizarse cinco niños durante todo un año en Burkina Faso, un país del oeste africano donde la situación se torna crítica. Con esta premisa tan esperanzadora, el pub María Mandiles y un grupo de artistas de Cáceres y Plasencia han comenzado a organizar un mercado solidario cuyos fondos se destinarán íntegramente a un orfelinato y al centro de atención a niños sordos de Burkina. Varios creadores de la provincia ya han enviado sus trabajos y los promotores hacen extensiva la invitación a todos los artistas que deseen colaborar en la iniciativa, que abrirá sus puertas al público el próximo 15 de marzo.

"Habrá pintura, fotografía, forja, cerámica y otro tipo de obras, porque tanto la disciplina como el tema son libres", explicó ayer Antonio Coronado, propietario de este pub cacereño situado en la calle Sergio Sánchez, donde se instalará el mercadillo. Buena parte de la labor organizativa corre a cargo de Carlos Pérez, un artista que conoció las necesidades de los dos centros de Burkina Faso a través de familias cacereñas: "Tienen niñas de aquel país acogidas en sus casas, y la última vez que viajaron allí, el pasado verano, se percataron de la mala situación que atraviesa un orfelinato y el centro para niños sordos, sin dinero para poder atender a la población necesitada", relata.

De 50 a 70 euros De este modo surgió la idea del mercadillo benéfico, que permanecerá abierto un mes salvo que el público agote antes las existencias . Debido a su carácter solidario, los promotores quieren facilitar la colaboración del mayor número posible de ciudadanos. "Por eso, aunque serán los artistas los que pongan el precio a sus obras, pretendemos que en general tengan un coste medio de 50 a 70 euros", explicaron.

Algunos creadores ya han cedido incluso más de un trabajo, "y si en principio no podemos exponer todas las donaciones, comenzaremos por mostrar una de cada artista. El caso es que participen la mayor parte de ellos y de público", precisaron.

Bailes típicos y poemas El mercadillo se abrirá con una fiesta prevista para el 15 de marzo, a partir de las nueve de la noche. No faltarán los bailes típicos de Burkina, lectura de poesías del país africano y música en directo a cargo de algún grupo cacereño que ya ha mostrado su disposición a colaborar con la causa. A partir de la inauguración, el público podrá hacer sus compras a diario en una franja bastante asequible: desde las cuatro de la tarde hasta las dos y media de la madrugada.