Nerviosismo, indignación y lágrimas de impotencia. Los voluntarios de la Asociación para la Defensa de los Animales denunciaron ayer el robo de dos galgos en la perrera municipal, que regentan desde el año 2000. Los dos ejemplares habían sido encontrados en el campo, muy desnutridos, y estaban en tratamiento veterinario para su adopción por dos familias alemanas. Pero unos individuos entraron en el recinto tras cortar la tela metálica durante la madrugada de ayer, abrieron todos los boxes y se llevaron los galgos.

"Es indignante. Nunca había ocurrido y tememos por nuestros perros", explicó la presidenta, Juana García. Los voluntarios sospechan que los ladrones estaban buscando precisamente estos animales, puesto que había perros de raza que dejaron en el recinto. Algunos se escaparon y tuvieron que ser recogidos por todos los alrededores.

La protectora tiene en marcha una campaña contra el abandono de los galgos por parte de los cazadores, un problema que se repite cada año. Actualmente la perrera sigue muy por encima de su límite, con 80 animales.