La asociación de vecinos de El Vivero ha pedido al Ayuntamiento de Cáceres la nulidad de la licencia de instalación y apertura de una gasolinera en la zona comercial del barrio. La petición, que ya han solicitado formalmente al consistorio, se basa según el secretario de la asocición vecinal, Antonio Fernández, en «los informes técnicos que obran en el propio expediente administativo» del proyecto.

El secretario de la asociación afirma que «hay un informe jurídico a favor» de la instalación; pero a su vez, hay otro técnico que «hace una interpretación y dice que no se cumple con lo establecido en el Plan General Municipal», explica.

Con estos argumentos, la asociación vecinal está dispuesta a emprender «las acciones judiciales» que sean necesarias, «sin descartar ninguna», si el ayuntamiento no da marcha atrás al proyecto y declara su nulidad, asegura el secretario. En cualqurie caso, matiza, todas las decisiones que se tomen al respecto se harán por mayoría en la junta general vecinal.

Antonio Fernández, que insiste en señalar que habla en nombre de los vecinos de la asociación, asegura que «a ninguno nos apetece» la instalación de una gasolinera en el barrio, «pero si es legal, no tenemos más remedio que aceptarla, pero hay vacíos, lagunas e interpretaciones que defienden el interés de la empresa por encima de los vecinos, del criterio de los técnicos y de la propia ley», detalla. «La gente está a favor de que se cumpla la ley y, en este caso, no se cumple», concluye.

Otro de los aspectos que denuncian los vecinos es la excavación «a plena luz del día de un pozo de sondeo de 64 metros de profundidad», que según el secretario vecenial, «no tiene licencia, porque no viene en el proyecto y no tiene permiso de Confederación Hidrográfica del Tajo», afirma. El pozo serviría, denuncian los vecinos, para suministrar agua al lavadero de coches.

De momento, el ayuntamiento no ha notificado a la asociación ninguna respuesta a su escrito. Según el secretario vecinal, el consistorio sí ha respondido a una comunicación anterior a la constitución formal de la asociación presentada por el administrador de uno de los edificios del barrio, en el que ratifican la decisión tomada por el ayuntamiento. Antonio Fernández se queja de que en su respuesta, el consistorio se refiere a ambos escritos, el de la asociación y el del administrador, «pero sólo se lo han notificado a él, no a nosotros».

Otra de las quejas vecinales es la que califican como falta de intés de los grupos políticos municipales por su situación, «nadie se ha puesto en contacto con nosotros», añade el secretario de la asociación.

A pesar de no compartir ni el criterio ni el punto de vista del ayuntamiento, Antonio Fernández señala que sólo han sido los concejales del equipo de gobierno local quienes han llamado a la asociación vecinal y se han interesado por sus reivindicaciones, «el ayuntamiento es el que más atención nos está prestando y no estamos de acuerdo con cómo han actuado», en el caso de la gasolinera, «pero son los únicos que han preguntado» a la asociación, explica. Fernández añade que han mantenido reuniones con la concejala de Economía, Hacienda y Transparencia, María Guardiola; el concejal de Policía Local y Seguridad Vial y portavoz del equipo de gobierno municipal, Rafael Mateos; y el concejal de Fomento, Barrios y Participación Ciudadana, Victor Manuel Bazo. A nivel personal, el secretario vecinal coincidió con Cayetano Polo, concejal de Ciudadanos en el ayuntamiento, que le preguntó por el tema, pero a nivel de grupos municipales, asegura que ninguno se ha puesto en contacto con la asociación.

La construcción de la gasolinera ha servido para unir a los vecinos en una asociación en la que, según su secretario, ya hay más de cien miembros. La anterior estaba sin actividad y sin adaptar sus estatutos a la nueva ley de asociaciones, por lo que era «menos complicado formar una asociación nueva» que activar la antigua, explica el secretario.

Los vecinos, asegura Antonio Fernández, están convencidos de que la rapidez en construir la gasolinera se debe a la intención de «evitar la reacción vecinal» en contra. La oposición a esta instalación se fundamenta en que «se ha demostrado perjudicial para la salud, en que tiene su peligro y en que la zona soporta mucho tráfico», apunta Fernández, «qué sentido tiene una gasolinera en medio de bloques de siete plantas», se pregunta.

La asociación vecinal tiene prevista una rueda de prensa para hoy a las 10.30 horas, para dar a conocer las futuras acciones legales que piensan emprender.