La nueva directiva de Aspace apenas lleva tres meses en el cargo y se ha topado con una grave situación: los 64 trabajadores de sus cuatro centros cacereños, que atienden a 200 personas con parálisis cerebral, se concentraron el martes ante el impago de nóminas durante cuatro meses, una situación que se repite desde el 2004. Aunque el problema se resolvió el mismo día tras la mediación de la Junta de Extremadura, la nueva directiva ya ha trazado un plan de viabilidad a medio y largo plazo en colaboración con la Seguridad Social, las entidades de crédito y el apoyo del director general de Atención al Dependiente de la Junta, para evitar que la situación se repita "y asegurar la mejor calidad en la atención a los usuarios", explican los responsables en un escrito.

Aspace se financia mediante una ayuda de la Junta de 1.400.000 euros, cuyo primer pago anual ha sido esta vez embargado en parte por la Seguridad Social debido a la deuda de Aspace al no abonar las cuotas. "El martes, a las 14.30, la subvención estaba liberada de este embargo y automáticamente todos los trabajadores percibieron sus atrasos, que se elevan a 52.000 euros por mes, y no a 200.000 como se ha dicho. Los centros y servicios de Aspace ya funcionan con normalidad", explicó ayer Narciso Antonio Martín, presidente de la directiva, formada por los propios padres de los niños y jóvenes que asisten a estas instalaciones.

MALESTAR POR LA GESTION Los responsables de Aspace se han volcado en poner fin a este mal trago. "Contamos con la financiación y los compromisos políticos suficientes para asegurar el perfecto funcionamiento de todos los servicios a lo largo del año", aseguran. Y aunque de momento no quieren ofrecer datos de la deuda hasta que todo se concrete, ayer aclararon en su comunicado que no asumen "ni las razones de la directiva anterior, ni las razones del gerente para justificar esta deuda, en particular el impago de las cuotas con la Seguridad Social, especialmente la cuota obrera, de todo el 2007, y de las retenciones del IRPF de varios ejercicios, causa directa del embargo de la subvención, y las cuotas generadas en entidades bancarias".

Además, la actual junta afirma que de todo ello no se ha dado información a los socios. "Tomaremos todas las medidas legales necesarias para esclarecer las razones de la deuda y depurar las responsabilidades administrativas y legales que puedan derivarse de la gestión anterior", anuncian sus miembros. De hecho, han encargado un peritaje contable exhaustivo del pasado ejercicio ya que las conclusiones del informe de auditoría "solo alcanzan a decir que no se les han facilitado datos y que las anotaciones de contabilidad no se ajustan a la norma legal".

MUY AGRADECIDOS Finalmente, la directiva expresó ayer a través del comunicado su agradecimiento por los apoyos que ha encontrado en un momento tan delicado, y que le han permitido salvar el escollo. "Especialmente al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que en cuanto tuvo conocimiento de la situación en la que estaban las personas con discapacidad de Aspace y sus trabajadores, dispuso las medidas necesarias para resolverla", afirman. Pero también al director general de Atención a la Dependencia, Juan Carlos Campón, y a la directora provincial de la Seguridad Social, "por su confianza y diligencia".

Pero la directiva entiende que el primer reconocimiento debe ser para los trabajadores, "quienes han mantenido la misma profesionalidad que si hubieran recibido sus nóminas a lo largo de estos cuatro meses, lo que dice todo del potencial humano con el que contamos". También destaca la colaboración del comité de empresa, UGT y CCOO.