Igualdad, educación, empleo y violencia de género son las cuatro áreas sobre las que el Ayuntamiento de Cáceres quiere centrar sus actuaciones en lo que respecta a la mujer en esta legislatura. Begoña García, directora del Instituto Municipal de Asuntos Sociales (Imás) explica que el consistorio tiene intención de hacer un Plan de Igualdad de Oportunidades, "pero para ello es necesario hacer antes una auditoría de género, tanto en el ayuntamiento y en sus organismos autónomos, como en la ciudad". Esa auditoría consistirá en averiguar la situación real de las mujeres en la ciudad de Cáceres, como están y qué necesitan. La intención del Instituto Municipal de Asuntos Sociales es realizar ese trabajo de campo entre el 2008 y el 2009 para después elaborar el primer Plan de Igualdad de Oportunidades de la ciudad de Cáceres.

Marcelina Elviro, concejala de Asuntos Sociales, cree que "tendrá que haber una futura unidad de igualdad para gestionar ese plan". Elviro declaró recientemente que la Unidad de Igualdad que el gobierno del Partido Popular creó en el edificio Valhondo se suprimió "por falta de eficiencia", ya que otros órganos cubrían las funciones que se querían adscribir a esa unidad.

EDUCACION Y EMPLEO. El departamento que dirige Elviro considera fundamental actuar con los adolescentes para acabar con la discriminación sexista. En este sentido, desde el Imás se tiene intención de llevar a cabo unas charlas sobre la diversificación profesional, en colaboración con la Fundación Mujeres, en todos los institutos de la ciudad. "Se trata --explica García-- de que los estudiantes no asocien determinadas profesiones con la mujer y otras con el hombre".

Precisamente para facilitar el acceso de las mujeres a un empleo, el Imás quiere crear en esta legislatura un servicio de intermediación laboral entre empresas y posibles trabajadoras. En opinión de García, "la Agencia de Empleo y Desarrollo Local del ayuntamiento no ha desarrollado esa función porque se ha centrado en asesorar para la creación de empresas, para el autoempleo, pero no en ayudar a las trabajadoras por cuenta ajena a buscar un trabajo".

La preocupación por el empleo también se refleja en la política de subvenciones que el Imás concede a las asociaciones. Este año se quiere primar los proyectos que redunden en la formación y en las posibilidades de acceso a un empleo de las mujeres. "Las mujeres seguimos teniendo muchos problemas para conciliar vida familiar y laboral", afirma la directora del instituto municipal.

VIOLENCIA DE GENERO. Respecto a las mujeres víctimas de violencia de género, el ayuntamiento actúa por dos vías: facilitando el servicio de teleasistencia y trabajando en el aspecto psicológico. El servicio de teleasistencia está conveniado con la empresa Eulen y proporciona a la mujer un teléfono móvil con el que puede ponerse en contacto en cualquier momento con la Policía Local. Actualmente lo utilizan diecinueve mujeres.

La Unidad de Prevención, Asistencia y Protección (UPAP) de la Policía Nacional también ofrece ese servicio y actualmente lo utilizan 34 mujeres. Las mujeres pueden elegir uno u otro servicio indistintamente.

Por lo que respecta a la asistencia psicológica, el proyecto IDRE, actualmente encuadrado en la Universidad Popular, puede proporcionar asistencia a las mujeres que lo necesiten con independencia de los recursos que en este campo tiene el Instituto de la Mujer de Extremadura.

La coordinación entre los servicios sociales y los cuerpos policiales en materia de violencia de género se realiza a través de la Mesa Técnica contra la Violencia de Género.

PISOS TUTELADOS Cuando una mujer víctima de violencia de género debe abandonar su casa, el Imás también tramita que pueda ser acogida, junto a sus hijos, en la Casa de la Mujer, que gestiona la Junta de Extremadura. Pero desde Asuntos Sociales se ha detectado una nueva necesidad. "Hay mujeres --explica Elviro--, que tras pasar por la Casa de la Mujer, tienen dificultades para adaptarse a una vida normal porque proceden de situaciones de violencia de muchos años. Unas tienen los recursos familiares, afectivos o culturales necesarios para empezar una nueva vida, pero otras no".

Para esos casos, la concejalía está contemplando la posibilidad de montar pisos tutelados donde se les siga ayudando un tiempo para que superen su situación con la ayuda de psicólogos y de los servicios sociales. Elviro cree que en Cáceres podría haber hasta 7 mujeres que podrían necesitar ese paso intermedio entre la Casa de la Mujer y la vida autónoma.