El programa de teleasistencia se está complementando este verano con una iniciativa que ha puesto en marcha Cruz Roja para prevenir los efectos del calor. Los voluntarios de seguimiento son quienes se han ocupado de incorporar a la rutina de llamadas algunos consejos que los ancianos deben poner en práctica para evitar problemas derivados de las altas temperaturas. De esta forma, los voluntarios les llaman de forma más asidua --cada semana-- y en cada una de las llamadas pregunta al anciano si está bebiendo agua y se le informa, por si van a ir a la calle, de las horas a las que deben salir de casa y también de la alimentación que deben seguir en verano, tratando de prevenir que hagan comidas muy copiosas.

Cuando los ancianos no contestan a una de las llamadas de seguimiento, el voluntario insiste en la llamada en varias ocasiones o llama a al familiar que tengan en la agenda de ese usuario como ´persona de contacto´ en caso de emergencia.

Muchas intervenciones se producen como consecuencia de descuidos. En ocasiones los ancianos se marchan de su domicilio y se les olvida llamar al voluntario para informarle de que van a estar fuera de casa y cuándo regresarán. El personal de Cruz Roja les llamará para confirmar que han vuelto.