Si alguien pregunta en Cáceres por el Black friday hace tres años, probablemente no habría obtenido respuesta. Hoy, curiosamente los comercios cacereños se llenan de carteles anunciando la iniciativa y los clientes se aventuran a adelantar sus compras navideñas.

Recién llegada a la ciudad, la moda estadounidense cuenta con un origen impreciso. Unos aseguran que es un término asociado a Acción de Gracias. Los primeros afirman que acuñaron empresarios cuando después de Acción de Gracias, cambiaban las pérdidas -números rojos- por ganancias -números negros y otros apuntan que su origen se remonta a noviembre del 1975 cuando un diario se refirió al caos que habían provocado las rebajas en Nueva York tras el día de celebración estadounidense. Una tercera teoría vincula la fiesta con una crisis económica.

Aunque no sin ciertas reticencias, los comerciantes cacereños han querido sumarse a la iniciativa para ofrecer descuentos hoy hasta las 22 horas. El abanico de productos es amplio. Desde pequeños artículos hasta coches. Están concienciados de que tendrán que competir con grandes superficies y con plataformas on line , pero el reclamo es unánime y si no puedes con la competencia, únete a ella .

Aún así, las opiniones entre los comerciantes son dispares. Federico Crespo regenta la zapatería Mamen Peña en Pintores. El joven empresario asegura que se han sumado a la propuesta por curiosidad a la expectativa, pero no duda en renegar de la iniciativa porque rompe con la dinámica habitual de ventas. "Esta moda nos ha estropeado", concluye. Más optimista se muestra Cristina García de El baúl de los perfumes en San Pedro. Es consciente de que no puede asumir las mismas competencias que un negocio más grande, pero apunta que "la ilusión no falta" y hace mención a la "unión" entre los empresarios de la zona céntrica de compras para impulsar las ventas.

Por su parte, la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres también se pronuncia con un tajante "tiene poco sentido". María Angeles Acosta, su responsable, espera buenos augurios sobre la propuesta comercial porque "noviembre es un mes bastante malo para el comercio", pero no cree que influya en las ventas de manera notable, puesto que según la tendencia "los cacereños retrasan cada vez más las compras de Navidad y apuran hasta la última semana de diciembre".