El reconocido restaurante Atrio, situado en la plaza de San Mateo, fue ayer la elección del príncipe Pierre d'Arenberg, de la casa real austriaca, para almorzar en su visita sorpresa a la capital cacereña, a la que llegó a mediodía en helicóptero procedente desde Sevilla y acompañado de su mujer, la princesa Sylvie d'Arenberg.

Pierre d'Arenberg, que declinó hacer declaraciones, aprovechó antes de comer para visitar la casa de Diego García de Ulloa 'El Rico', fundador del Monasterio de San Francisco y quien tuvo el honor de entregar las llaves de la ciudad a la Reina Isabel la Católica cuando vino a Cáceres en 1477. El príncipe se movió por la ciudad a bordo de los vehículos de la empresa Extremadura Business Class.

Después de degustar los productos de la despensa extremeña, la pareja abandonó el restaurante regentado por José Polo y Toño Pérez para poner fin a su estancia en Cáceres visitando la ciudad monumental, antes de poner rumbo de vuelta a sevilla de la misma manera que llegaron, en helicóptero.

Así, Cáceres recibió ayer a la realeza austriaca en uno de sus mejores restaurantes, donde los príncipes saborearon algunos de los mejores platos de una ciudad que hasta el año pasado ostentó el título de Capital Española de la Gastronomía. Una influencia que parece que sigue presente.