Tres ambulancias, varios coches de la policía local, la zona acordonada y decenas de curiosos que inmortalizaban con sus móviles las escenas del accidente. «Aquí había tanto mirón que esto parecía la verbena de la Paloma», relata uno de los empleados de Pinturas Juno, que vio de cerca todo lo sucedido ayer en torno a las diez de la mañana en el paso de peatones de la calle Sánchez Manzano con la glorieta de la avenida Isabel de Moctezuma.

Una joven conductora a bordo de un Opel Corsa, presumiblemente por un despiste, según indican fuentes de la policía local, atropelló a dos señoras de 65 y 61 años que en ese momento cruzaban el paso de peatones. Hasta el lugar del accidente se desplazaron los agentes municipales, un soporte vital básico, el equipo médico del Centro de Salud San Jorge, así como una unidad medicalizada, que asistieron y trasladaron, con carácter grave y menos grave, a las heridas al Hospital San Pedro de Alcántara, según el primer parte facilitado por el 112. Horas después, desde el Servicio Extremeño de Salud se indicó que las dos mujeres se encontraban atendidas en Urgencias con policontusiones, «pendientes de pruebas pero, en principio, su estado no reviste gravedad».

El empleado de la tienda de pinturas añadía detalles al relato: «Ha sido un buen porrazo. A una de las mujeres la ha desplazado al menos cuatro o cinco metros, la otra menos, a un metro aproximadamente. Una de ellas tenía un golpe en la cabeza y se las han llevado al hospital».

El agente de la policía local consultado por este periódico corroboraba este testimonio. «Ha sido todo muy rápido, la conductora se ha puesto muy nerviosa y ha entrado en shock. Las personas heridas no han perdido la consciencia, aunque una tenía un golpe en la cabeza y la otra, contusiones. Son sucesos que están a la orden del día. Esta no es una zona peligrosa o especialmente conflictiva, pero sí es cierto que soporta mucho tráfico porque es una de las arterias principales de acceso al centro de la ciudad. Allí se ha juntado mucha gente, suele pasar en Cáceres, en nada que ocurre algo, todo el mundo sale a la calle».