El patrimonio cacereño no está sólo dentro de la muralla. La ciudad dispone de otros muchos edificios de gran valor arquitectónico repartidos por el casco viejo, entre ellos más de 100 inmuebles levantados a finales del siglo XIX y principios del XX coincidiendo con la etapa del modernismo, por familias de nombres tan conocidos como Carvajal, Urribarri, Montenegro o Aranguren. El interés por conservar estos inmuebles ha crecido en los últimos meses: empresas privadas (constructoras, bancos, hoteles...) y entidades públicas invierten en su restauración para fines mercantiles o comerciales, y piden planes específicos de recuperación. Podría decirse que están de moda.

El derribo de Las Chicuelas, edificada en 1927, dio la voz de alarma en 1980. Este edificio situado en la esquina de Cánovas con San Antón fue una de las obras más significativas del arquitecto municipal Angel Pérez, el máximo exponente de ese pseudomodernismo cacereño de líneas burguesas y eclécticas. También levantó el edificio de enfrente (1932), hasta hace poco sede del Central Hispano, de estilo sevillano, recientemente adquirido por Progemisa para su rehabilitación. Asimismo, construyó el bello inmueble anexo que hoy ocupa el BBVA y que se restaurará próximamente, junto al llamado jardincillo de Roquete, y un hotel de estilo vasco en la esquina de Cánovas con Gómez Becerra (1928), derribado en los años 80.

UNA COLECCION DE ´JOYAS´

El concejal de Turismo, Manuel Rodríguez Cancho, afirmó ayer que el ayuntamiento facilitará las gestiones necesarias para que estos edificios puedan cambiar de uso y nunca se queden deshabitados. "Si están vacíos comienzan los problemas de deterioro, por ello debemos evitar que pierdan su actividad", explicó.

Las joyas de esta época son tan conocidas como numerosas. El chalet de los Málaga, hoy declarado Bien de Interés Cultural y sometido a presiones especulativas, fue levantado en 1932 por el arquitecto Ignacio López Muñera. Cinco años antes se construyó el inmueble del número 5 de avenida de España, aún en pie, por el arquitecto Francisco Calvo. A esta lista, recogida en el libro Cáceres Verde de José María Corrales y Diosdado Simón, se unen otras edificaciones como la popular Casa Grande (calle Pizarro), propiedad de la Universidad de Extremadura, que tiene una propuesta firme de compra por una cadena hostelera.

LA CONCEPCION O SERGIO SANCHEZ

El historiador cacereño Martín Cisneros recuerda otros muchos edificios: el palacio de los López Montenegro en la plaza de la Concepción, obra del arquitecto francés Gallesón (1913); varias casas en este mismo enclave como la de los Aranguren (hoy tienda Ordiales); los inmuebles de José Luis Panadero y los Ulecia, en la calle Sergio Sánchez; el palacete de la familia Carvajal, junto a las Cuatro Esquinas, del arquitecto Pérez Calvo; y otros ejemplos en calles de solera como Barrionuevo, Pizarro, Donoso Cortés, Margallo o Parras.

Según fuentes del departamento de Historia del Arte de la Uex, todos estos edificios están catalogados y salvaguardados desde los 80 por el Plan Especial de Protección y Revitalización del Patrimonio Arquitectónico Cacereño, de forma específica en virtud de sus características.

Pero algunas propuestas van más allá. IU-SIEX presentará una proposición en el próximo pleno del ayuntamiento para la puesta en marcha de un plan de recuperación y protección del patrimonio popular y modernista, con medidas para promover proyectos de restauración y campañas de promoción de estos inmuebles "que son historia", indica.