Fotógrafo

La actitud de nuestros políticos me recuerda mucho al franquismo y a su capacidad de desvirtuar algunos términos lingüísticos. La movida no es sinónimo de ´botellón´. En los 70, coincidiendo con la apertura de locales como Faunos, Bols y otros, se inició un importante movimiento cultural enmarcado precisamente en la denominada movida. Eran establecimientos donde principalmente primaba la buena música y donde no había ´disc-jockey´ sino pinchadiscos como Paco Castro, Lulo o Pepe Higuero, y donde, gracias a Dios, no se oía ´OT´ ni música pachanguera sino a los Rolling, Pink Floid, Cream, etcétera.

Ahora, se están cargando lentamente ese espíritu y pretenden crear una ciudad con un centro muerto, donde parece que subyace el interés económico de particulares que manejan discotecas y el hípico. A muchos ciudadanos encuadrados entre los 40 y los 60 años, nos da la sensación de que no podemos divertirnos hasta las cuatro de la mañana tomando unas copitas con nuestras mujeres y nuestros amigos, escuchando buena música de blues, jazz o rock. Nos negamos a las discotecas cutres, queremos locales con música, conciertos y exposiciones que hagan perdurar el auténtico espíritu de la movida.