El servicio de autobuses tuvo durante el segundo año del contrato con Subus unos gastos (personal, amortización de autobuses, combustible...) de 5,8 millones, mientras que los ingresos por tarifa y publicidad ascendieron a 3 millones. La diferencia son los 2,8 millones que tiene que pagar el ayuntamiento del déficit de la segunda anualidad del contrato que el consistorio tiene con Subus, empresa que gestiona el servicio de autobuses. Esta anualidad corresponde al periodo comprendido entre junio de 2015 y mayo de 2016. Los 2,8 millones superan en 367.000 euros la subvención por déficit que tuvo que pagar el ayuntamiento del primer año del contrato.

Parte del déficit de esta segunda anualidad ya se ha pagado con cargo a las entregas a cuenta que el ayuntamiento ha hecho a Subus, pero hay 491.000 euros pendientes y la comisión de Economía del ayuntamiento dictaminó ayer a favor de incorporar en los presupuestos de 2017 un suplemento de crédito para pagarlo (el dinero sale de la cantidad que Hacienda aporta al ayuntamiento porque la liquidación de la participación de la ciudad en los ingresos del Estado en 2015 salió favorable a Cáceres).

El dictamen no contó con el voto de todos los grupos políticos. El PP votó a favor, Ciudadanos se abstuvo y PSOE y CáceresTú (Podemos) votaron en contra. La falta de información en el expediente del suplemento, en el que no se incorporaron los resultados de la segunda anualidad, y un pliego con las condiciones del contrato que «es pésimo» para el ayuntamiento, según destacó el grupo socialista, llevaron al voto en contra en la comisión.

Por otra parte, dentro de ese suplemento de crédito también se incluyó una partida de 35.683 euros que se destinará a pagar las deudas que el ayuntamiento tiene pendiente del consorcio Cáceres 2016. Son por dos conceptos: las costas del pleito con Placonsa y la parte que corresponde al ayuntamiento del pago a la Ute que se encargó de la dirección facultativa de las obras de la plaza Mayor.