Es la época con mayor actividad, pero las autoescuelas de la provincia de Cáceres han decidido coger vacaciones en la segunda quincena de julio, ante la imposibilidad de llevar a examen a alumnos por falta de examinadores. El colectivo que aglutina al 90% de las más de cien autoescuelas que hay en la provincia de Cáceres ha adoptado esta decisión por mayoría, después de que la Delegación Provincial de Tráfico les confirmara que en esas fechas, solo estarán tres evaluadores.

La plantilla de examinadores se ha ido reduciendo en los últimos meses en todo el país porque no se cubren bajas ni jubilaciones. En el caso de Cáceres, la situación hasta ahora permitía mantener la actividad normal. Pero la plantilla de nueve examinadores se verá reducida para la época estival por tres jubilaciones y las vacaciones de los seis restantes, hasta llegar a la situación de que en la segunda quincena de julio solo estarán disponibles tres trabajadores. Ante esa perspectiva, se suspenderán los exámenes durante la segunda quincena de julio y se retomarán el 4 de agosto, cuando las autoescuelas volverán a la actividad, según el acuerdo alcanzado en la asamblea que han celebrado en abril la Asociación de Autoescuelas de Cáceres y que ya han trasladado a la jefatura de Tráfico.

"Desde hace unos seis años, el verano es la época con más alumnos y no cerramos en esas fechas", afirma Francisco García, presidente del colectivo de autoescuelas.

Siete de cada diez alumnos se examinan en esa época. La razón es que la mayoría de los jóvenes que se sacan el carnet de conducir son estudiantes y aprovechan los meses de vacaciones para hacer los exámenes. "En invierno apenas hay alumnos", subraya García. Por eso la situación que se planteará este verano será insólita.

PROBLEMAS El sector no atraviesa además por su mejor momento. La competencia se ha incrementado en los últimos años, según el presidente del colectivo "porque muchos tuvieron que despedir a trabajadores y estos optaron por montar su propio negocio". Esa circunstancia, unida al descenso de la natalidad, provoca que le cifra de alumnos haya bajado notablemente y se concentre además en verano, lo que está abocando a muchas empresas al cierre. A todo ello el responsable del colectivo suma la publicidad engañosa que se esconde tras algunos chollos aparecidos en tiempos de crisis, que buscan hacerse con la escasa actividad que hay. "Si no repunta la situación y se normaliza, no podremos seguir adelante", sostiene.