Cuatro años de prisión es la condena a la que se enfrenta un súbdito portugués que hace algo más de un año agredió a un compatriota que a consecuencia de la agresión entró en coma y murió. Por este hecho el fiscal acusa a Carlos M. P. S. de un delito de homicidio por imprudencia grave, del que próximamente habrá de responder ante el Juzgado de lo Penal de Cáceres, donde se celebrará el oportuno juicio. En el mismo también serán juzgadas las compañeras del agresor y el fallecido, S. J. L. y D. A. R., por las lesiones que se causaron mutuamente durante la pelea, y por las que se enfrentan a multas de 732 euros y 360 euros respectivamente.

Los hechos tuvieron lugar el 21 de mayo del 2005, cuando Carlos M. P. y S. J. L. vieron paseando por la avenida de Alemania a la también acusada D. A. R. y al fallecido, a quien el acusado quería exigir la devolución de un vehículo que pertenecía a un tercero. Según recoge el fiscal en su calificación de los hechos, ya en ocasiones anteriores el fallecido se había negado a devolver el coche, y como en esta ocasión éste hizo de nuevo caso omiso y siguió su camino "Carlos M. le agarró por el cuello y a continuación le propinó un puñetazo en la cara a consecuencia del cual cayó al suelo y comenzó a sangrar por la nariz y por la parte occipital de la cabeza". Al instante quedó totalmente inmóvil y entró en coma profundo.

El herido fue trasladado por el 112 al Hospital San Pedro de Alcántara y de éste al Infanta Cristina de Badajoz, donde al día siguiente se produjo su muerte cerebral y cuatro días después su fallecimiento. Los forenses determinaron que la muerte fue consecuencia de un traumatismo cranoencefálico.