El servicio de autobuses que cubría el trayecto entre la plaza de América y el recinto ferial tuvo que ser suspendido en la madrugada del viernes una hora antes de lo previsto, las seis de la mañana, como consecuencia de una avalancha de jóvenes que intentaban subir en los vehículos para regresar de los habituales botellones y la fiesta erasmus convocada en el recinto hípico, transformada en convocatoria masiva por las vacaciones y el buen tiempo. Fuentes policiales estiman que cerca de 5.000 jóvenes se concentraron entre el hípico y la explanada del ferial.

Las mismas fuentes confirmaron ayer a este diario que la decisión se adoptó ante los problemas de seguridad que planteaba a los agentes desplazados allí la necesidad de trasladar la habitual parada de autobuses del recinto ferial, protegida por unas vallas metálicas, a otro lugar. Al parecer los vehículos articulados proporcionados por la empresa de autobuses no podían superar los pasos de peatones elevados que se han habilitado en la entrada del recinto ferial, por lo que fue necesario adelantar el lugar de parada, con lo que el bus quedaba desprotegido de vallas.

La ausencia de las vallas provocó una avalancha y pequeños altercados, sin consecuencias, entre los jóvenes que intentaban acceder al autobús en torno a las cinco de la madrugada, por lo que la policía local determinó suprimir el servicio. Desde la empresa de autobuses lamentaron que de nuevo algunos comportamientos incívicos obligaran a tomar tal decisión y destacaron que el servicio de autobuses había funcionado con normalidad durante toda la noche. Hasta las doce cuatro autobuses cubrieron el trayecto y después lo hicieron los dos autobuses articulados en los que se ocasionó el problema.