Hay circunstancias en las que una persona se queda absolutamente en precario, sin dinero para pagar la luz o el alquiler, ni siquiera para comer ese día o buscarse un techo para poder dormir. No siempre se trata de inmigrantes, transeúntes o minorías con problemas, sino de personas con una vida normalizada que entran en crisis. Para paliar estas situaciones de urgencia, el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS) ha creado una serie de ayudas que el año pasado llegaron a 416 beneficiarios, frente a los 319 del 2003. La cuantía también tuvo que aumentar más de un 30%, de 82.300 euros hasta 108.000.

"No existe una razón especial para este alza, ni se ha producido un incremento de inmigrantes o sintecho --explica la concejala del área, Basilia Pizarro--, pero sí ocurre que cada día vienen más ciudadanos de apariencia normalizada porque conocen los servicios sociales y afortunadamente se atreven a pedir ayuda cuando realmente la precisan. Además, el nivel de vida se encarece y quien tiene problemas lo sufre especialmente", señala.

Del total de subvenciones de primera necesidad concedidas durante el 2004, el 43% correspondió a las ayudas más urgentes: alimentación, dinero para pagar facturas de luz o agua y evitar cortes inminentes, enfermos que requieren traslados inmediatos a otras ciudades, niños que de repente precisan libros de texto... "Se trata de situaciones puntuales que necesitan una respuesta muy rápida, aunque siempre se valoran y estudian por parte de los técnicos del IMAS" subraya la edil. Estos casos son posteriormente derivados a otros programas sociales que también ayudan al usuario, pero no con tanta inmediatez.

ENFERMOS Y DESVALIDOS El segundo lugar, con un 36%, lo ocuparon las subvenciones para la compra de fármacos, concedidas a personas que requirieron un tratamiento rápido y no tenían dinero para costearlo. En tercer lugar, con un 13% del total, se situaron las subvenciones para alquileres, otorgadas a aquellas familias "que de pronto se vieron en la calle sin un techo donde dormir. Generalmente les pagamos la fianza y la cuantía de un mes hasta que se canaliza su situación", indica la concejala.

El resto de las ayudas de primera necesidad fueron menores, entre ellas el alojamiento de indigentes (3,5% del total), que por el lleno de las instalaciones de Cáritas u otras circunstancias tuvieron que pernoctar en un hostal. Por este mismo concepto, el IMAS destinó un 1,5% de las subvenciones a facilitar un comedor a los sintecho . Finalmente gastó un 1,5% en el envío de niños desfavorecidos a campamentos de verano (se incluye en las ayudas de primera necesidad), y un 1% en el funeral de dos fallecidos sin familia que les reclamara.

Pero además de estas ayudas inmediatas, el IMAS tiene otros programas de subvenciones de mayor duración para afrontar las situaciones una vez valoradas con mayor plazo de tiempo: ayuda a domicilio para mayores, becas, transporte urbano, leche maternizada... También firma anualmente varios convenios con el mismo fin: 50.000 euros para Cáritas, 12.000 euros para el comedor de las Hijas de la Caridad y ayudas a otros colectivos de discapacitados o enfermos.