La liquidación del segundo año del contrato entre el ayuntamiento y Subus, empresa que gestiona el autobús urbano, arrojó un saldo pendiente de abonar a la empresa de 491.083 euros, cantidad a la que hay que sumar el IVA de esta cifra y el de las cantidades que el ayuntamiento entregó a cuenta antes de la liquidación. El total del crédito que se tiene que habilitar para ampliar la partida que en el presupuesto va al autobús es de 639.952 euros. La mayoría de este incremento en la partida del autobús se afrontará con el saldo a favor que el ayuntamiento obtuvo en la liquidación de su participación en los fondos del Estado en 2015.

El autobús se financia por dos vías: la tarifa que pagan los usuarios y la subvención que pone el ayuntamiento para sufragar el déficit. La segunda se afronta aportando una cantidad mensual a cuenta, que es el 95% de la estimación que de la subvención se hace al principio de cada anualidad del contrato, y con el ingreso de lo pendiente tras la liquidación, que no solo incluye el 5% restante, sino además lo no abonado del 95%, incrementos por gastos no previstos y en este segundo año del contrato entra también la actualización de costes porque la estimación inicial de la subvención a abonar por el ayuntamiento se hizo en base a datos del primer año del contrato, posibilidad que permite el pliego con las condiciones del contrato al consistorio para mantener el importe de los pagos mensuales.