El año pasado ya dijimos que el Carnaval merecía una revisión para buscar una identidad propia y que no fuera un carnaval ´fusilado´ de otras localidades", afirmó ayer la concejala de Dinamización Social, Maria José Casado, sobre la propuesta con la que el ayuntamiento pretende este año devolver a la fiesta pagana el esplendor de otros tiempos y evitar el éxodo que se produce en la ciudad durante esas fechas. Para hacerlo han decido trasladar las actividades a la ciudad monumental, que servirá de marco incomparable y acogerá las fiestas y el desfile de esta edición.

"He dedicado este año a documentarme sobre el carnaval medieval de los 80 y 90", explicó Casado sobre el nuevo proyecto, con el que esperan recuperar "la altísima participación de entonces", apuntó. Para lograrlo han decidido rescatar la escenografía de la parte antigua para perfilar una fiesta que se ajuste a las preferencias de Cáceres. "No tenemos que mirar a los carnavales de Navalmoral o de Badajoz sino a aquel con el que se identifique la población", insistió la edil.

"El Carnaval es medieval por el marco en el que transcurre, no porque la temática sea medieval", matizó la concejala de Dinamización sobre el caracter de la fiesta de este año. "Queremos que sea una fiesta del siglo XXI, aunque la gente lleve una tirolina", matizó y reconoció que "el carnaval actual no tiene ningún arraigo popular".

DE LA CARPA A LOS GOLFINES Una de las principales novedades es la supresión de la carpa de la plaza Mayor, que desaparece por segunda vez de su emplazamiento en el Carnaval. El ayuntamiento pretende que todas las celebraciones se lleven a cabo en un entorno monumental y han pensado para ello en el restaurante Palacio de los Golfines. "Es el único emplazamiento de la parte antigua que tiene las dimensiones y las características necesarias para llevar a cabo todos los actos de estas fiestas", zanjó la concejala preguntada por este diario sobre el porqué de la ubicación. Si finalmente se concreta este emplazamiento allí será el baile disfraces.

"La entrada al recinto será gratuita porque se pretende que tenga el espíritu de la carpa, aunque en un entorno más adecuado", apostilló. La concejala destacó que se trata de un espacio bien dotado y que permitirá también que en el caso de que haga mal tiempo, las actividades propuestas no se vean afectadas.

En cuanto al desfile, hay también cambios sustanciales puesto que abandona el recorrido habitual para adentrarse en las calles de la ciudad monumental. Será previsiblemente el sábado y comenzará con un pasacalles que partirá del paseo de Cánovas, servirá de "efecto llamada" y transcurrirá hasta la plaza de Santa Clara, donde está previsto que comience el desfile oficial. "Irá por la parte antigua y terminará en Santa María", concreto Casado, que no dio más detalles porque el recorrido no está aún cerrado. Además del cambio de recorrido el gobierno local pretende que sea "más organizado". La primera parte contará con zancudos, charangas y actividades de distintos grupos de animación; y a continuación podrán sumarse al desfiles todos aquellos que quieran participar en la actividad.

El 11 de febrero se fallará el concurso de carteles y las celebraciones oficiales se iniciarán el 20 de febrero con la tradicional fiesta de las Lavanderas, que "siempre ha sido el arranque de la fiesta y cuenta con mucho arraigo y una elevada participación", dijo Casado. El nuevo modelo de Carnaval potenciará los concursos de disfraces --habrá premios para el mejor individual, por parejas y por grupos--, aunque no renunciará a los de "charangas y murgas si se presentan grupos suficientes para llevarlo a cabo", dijo Casado.

ESCEPTICISMO La Federación de Agrupaciones del Carnaval recibió ayer con escepticismo los cambios previstos en la fiesta. La presidenta del colectivo, Maria Luisa Iglesias, reconoció que tras la "mala organización del año pasado" --desde el colectivo criticaron al ayuntamiento por excluirles de los preparativos del Carnaval-- de la la agrupación está "prácticamente disuelta", y de hecho este año tampoco han participado en la preparación.

Por su parte el vicepresidente del colectivo, José Manuel Buitrago, destacó que "desde hace 20 años llevo apelando a ese modelo de Carnaval en la ciudad monumental", aunque lamentó que se haga cuando mucho de los grupos tradicionales han desaparecido".