La polémica desatada en torno a la retirada de un escudo del monolito de la plaza de Colón volvió a reavivarse ayer cuando la alcaldesa, Carmen Heras, anunció que el ayuntamiento repondrá la enseña "si se demuestra finalmente que no es un símbolo franquista", sino que es el de los Reyes Católicos. La regidora realizó estas manifestaciones días después de que el presidente del Instituto de Estudios Heráldicos y Genealógicos de Extremadura, José Miguel de Mayoralgo y Lodo, aclarara en un artículo publicado en EL PERIODICO EXTREMADURA que la enseña retirada no era franquista sino precisamente de los Reyes Católicos y calificara de "grave error" la actuación del ayuntamiento.

La alcaldesa comentó que se fía de estos expertos porque "tienen --dijo-- criterio" y precisó que el gobierno local se dirigirá al Ministerio de Cultura para recabar un informe acerca del blasón, retirado el 25 de marzo. La polémica insignia del monumento fue realizada en 1958 siendo alcalde de Cáceres Casto Gómez Clemente. El monolito, obra del arquitecto municipal Angel Pérez (el mismo que diseñó la Cruz de los Caídos) se levantó en memoria de los conquistadores de América y fue bendecido en 1961 por el obispo Llopis Ivorra.

La retirada del distintivo, al amparo de la Ley de Memoria Histórica, se debe a que se consideró que era característico del régimen franquista. Por tanto, apuntó la alcaldesa, si el ministerio --que tiene una comisión encargada precisamente de velar por la memoria histórica-- identifica al escudo como una reproducción del de los Reyes Católicos "naturalmente se repondrá en su sitio puesto que el escudo está a buen recaudo, está guardado".

La socialista Carmen Heras subrayó que "no hubo mala voluntad" por parte de la Concejalía de Infraestructuras cuando se retiró, lo cual atribuyó a un "exceso de celo" del concejal Miguel López. "No ha habido mala fe ni ganas de hacer una guerra", sentenció.

El monolito de Colón se dedicó a los capitanes extremeños que marcharon a América y sirvió como homenaje a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen en placa metálica, repujada por el escultor Eulogio Blasco, preside desde entonces el simbólico monumento.

En torno a la obra aparecen cuatro lápidas. En el lado que mira a la avenida Virgen de la Montaña está la imagen de la Virgen y por encima, en bronce, el escudo retirado (en la crónica del EXTREMADURA de la época se habla de que se trata del escudo de España). En la parte que mira a Ronda del Carmen aparecen las naciones que integran la Hispanidad, hacia el Rodeo, la lápida que se dedica al ayuntamiento, y hacia la calle Colón, la última lápida, la que cita los nombres de los conquistadores.

LA ENMIENDA Por su parte, José Miguel de Mayoralgo calificó de "buena decisión" el propósito de enmienda del ayuntamiento. "Creo --reiteró-- que es una cosa de justicia porque no es una cuestión política sino puramente técnica. Aclarado el error y la equivocación lamentable por un mal asesoramiento del ayuntamiento lo lógico es que el escudo se reponga".

Mayoralgo añadió: "Resulta evidente que cuando se erigió en 1958 el monolito a los Conquistadores se quiso grabar el escudo de los Reyes Católicos y no el oficial vigente en ese momento; y revela que quien lo diseñó se tomó el trabajo de averiguar como era el escudo que se usaba en España en 1492, año del Descubrimiento de América, consiguiendo una excelente pieza de gran mérito artístico".

El experto aclara que, a diferencia del franquista, "el escudo retirado lleva contracuarteladas las armas de Castilla-León y las de Aragón-Sicilia, lleva las armas de Sicilia (Fernando el Católico además de Aragón fue Rey de Sicilia) y no lleva las armas de Navarra, ya que Isabel la Católica nunca rigió los destinos de ese antiguo reino".

Y, por último, la enseña que se ha quitado no incluye la divisa Una, Grande y Libre ni las columnas de Hércules con la leyenda Plus Ultra , cosa lógica porque la primera era una divisa creada en tiempos de Franco, y las columnas eran divisa personal del emperador Carlos V, posteriores, por tanto, al reinado de los Reyes Católicos.

Por último, Mayoralgo volvió a recordar ayer que "la confusión viene dada porque el escudo franquista dispuso que se inspiraría en el de los Reyes Católicos. Por eso lleva también el águila de San Juan, y el yugo y las flechas, que eran divisas personales de los soberanos, y estas dos últimas eran divisas de las llamadas galantes, porque cada uno de ellos tomó un objeto que comenzase con la inicial del otro: Isabel tomó las flechas, palabra que empieza por F de Fernando, y Fernando el yugo, que se iniciaba con Y de Ysabel, que entonces se escribía así".

José Miguel de Mayoralgo y Lodo recalcó que los organismos oficiales deberían dirigirse a instituciones como el Instituto de Estudios Heráldicos o la propia Real Academia de Extremadura antes de adoptar decisiones como la recientemente tomada, que aparte de ser equivocadas "cuestan dinero a los contribuyentes".