El ayuntamiento es uno de los principales centros de trabajo de la ciudad. Tiene una plantilla de 600 trabajadores, entre funcionarios y laborales, a los que hay que sumar los temporales que no están incluidos en la plantilla ni en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y que suman más de un centenar. El pleno de la corporación local abordará en su sesión de hoy la aprobación definitiva del catálogo de los trabajadores municipales. Si el documento sale adelante, se pondrá fin a un proceso que se inició en el año 2000.

El catálogo es un documento que especifica las funciones a desarrollar por cada puesto y que determina las retribuciones complementarias (el complemento específico y otras variables), que se suman a las retribuciones básicas (sueldo base, complemento de destino y trienios) que vienen marcadas en los Presupuestos Generales del Estado.

Es el primer catálogo con el que contaría el ayuntamiento cacereño, un documento que se inició hace ocho años con el trabajo realizado por el Instituto Complutense de Ciencias de la Administración, que elaboró una ficha con las funciones de cada uno de los puestos y que fue el estudio de partida para la redacción del catálogo.

Además de la ficha, para la elaboración de este documento también se ha contado con un manual, que elaboró la mesa general de negociación del ayuntamiento, que cuenta con una veintena de variables con las que se cuantifican los puntos que corresponden a cada puesto, unos puntos que se transforman en dinero para fijar las retribuciones complementarias.

Entre esas variables está el conocimiento que se exige en cada puesto de trabajo, la capacidad de juicio, la formación específica, las relaciones externas e internas que requiere, el esfuerzo mental o físico, la adaptación al puesto, la dedicación, las condiciones ambientales en las que se desarrolla, la peligrosidad o las responsabilidades económicas o en el manejo de equipos materiales que se pide por la labor a desarrollar.

PROCESO El catálogo se aprobó inicialmente a finales de la pasada legislatura. Se expuso al público y se presentaron "unas seiscientas alegaciones, casi una por trabajador, además de las colectivas", recordó Cipriano Madejón, que es el concejal de Régimen Interior y que explicó que todas esas alegaciones se han estado estudiando durante el último año y medio con dos reuniones a la semana.

El resultado de este trabajo ha sido el documento que la Comisión Municipal de Régimen Interior dictaminó hace una semana y media y que se traslada al pleno que la corporación local celebra esta mañana para su aprobación, una sesión en la que el debate sobre el catálogo precede a la discusión sobre las obras a financiar con el Fondo Estatal de Inversión Local.

En principio, el documento podría aprobarse, ya que ha contado con el respaldo de todos los grupos políticos, indicó Madejón, y de dos de las tres centrales sindicales que representan a los trabajadores municipales. Solo Comisiones Obreras no ha dado su apoyo. Madejón apuntó que el rechazo de este sindicato no es a la totalidad del documento, sino "a una parte, con la que no están de acuerdo".

El resultado obtenido ha sido un documento "interesante, un buen acuerdo y el mejor de los catálogos posibles, aunque habrá que seguir mejorándolo" con su actualización, indicó el concejal de Régimen Interior, que añadió que entre las consecuencias del nuevo catálogo figuran que subirán las retribuciones complementarias de la gran mayoría de los trabajadores municipales y que queda regulada la dedicación exigible a cada puesto, lo que, según comentó, permitirá una aplicación más racional de las horas extraordinarias de los trabajadores.

OBJETIVOS En otros asuntos, Madejón especificó que uno de los retos que ahora tiene por delante su concejalía es ordenar la situación en la que están los temporales, sobre todo para conseguir que aquellas plazas que son estructurales, y que a pesar de ello llevan años siendo temporales, pasen a ser de plantilla y aparezcan en la RPT.