La junta local de gobierno aprobó ayer una certificación de obra del edificio Embarcadero por un valor de 251.000 euros, cantidad que suma más de la mitad de lo que quedaba pendiente de ejecutar de una obra que es la de mayor coste que se hace cofinanciada por Europa. El ejecutivo local ha advertido desde el verano sobre una posible pérdida de parte de estos fondos. Ayer el mensaje era diferente y se daba prácticamente por salvada el total de la financiación. En este sentido se pronunciaron el portavoz del gobierno municipal, Lorenzo de la Calle, y el concejal Víctor Santiago. La reforma de la nave del poblado minero que ocupa el edificio Embarcadero tiene un coste de 4,6 millones y hace menos de tres meses faltaba por certificar la cuarta parte de la actuación. A fecha de 31 de diciembre tiene que estar terminada y certificada la totalidad de la obra.

"Si no hay contratiempo, se llegará a buen puerto y no perderemos ni un solo euro", consideró De la Calle. Santiago, que es el delegado de fondos europeos, se mostró confiado en que el plazo se cumplirá. Santiago detalló que a la certificación de ayer seguirá otra para final de noviembre de entre 70.000 y 160.000 euros y quedará una última certificación para diciembre.

La obra del Embarcadero se inició en el verano del 2004 y es una apuesta que hace el ayuntamiento por dar nuevos servicios a la ciudad situándolos en Aldea Moret. La preocupación del gobierno no era solo la pérdida de una parte del dinero, sino principalmente el efecto que tendría el incumplimiento de los plazos en la obtención de más fondos durante el periodo 2007-2013. Esta actuación se cofinancia con fondos de la iniciativa Urban para el periodo 2000-2006, programa del que se benefician 10 ciudades españolas. Cáceres ha estado en la cola de este grupo en la clasificación por el nivel de cumplimiento de los plazos de ejecución de obra, motivado por el retraso en el edificio Embarcadero.

OTROS ASUNTOS De la Calle presentó ayer la nueva clasificación del gasto que se implantará en los presupuestos del 2008. A la funcional y a la económica se añade una clasificación orgánica por concejalías. Dicha clasificación orgánica conllevará un mayor control de lo que puede gastar cada concejalía. De la Calle habló de mayor transparencia, pero también de acabar con "la opacidad" y con "no saber quién era el gestor al que se podía imputar una actuación incorrecta".

El portavoz también informó de que en el reciente consejo de grandes ciudades se habló de los grandes proyectos de Cáceres: el AVE, el aeropuerto, el nuevo plan de urbanismo y el abastecimiento desde la presa de Portaje.