La comisión informativa de Urbanismo del ayuntamiento tendrá que decidir en su reunión de mañana, la primera del nuevo curso político, sobre la caducidad del programa de ejecución del sector 2.5 A, un documento que afecta a una superficie de 23 hectáreas y que es el terreno que desde 1999 se reserva en la planificación de la ciudad para la prolongación del Nuevo Cáceres hasta el recinto ferial. Si la comisión dictamina la declaración de caducidad, su acuerdo se tendrá que refrendar por el pleno de la corporación local, que fue el órgano municipal que en septiembre de 2011 aprobó el programa de ejecución de este terreno.

Es el único gran sector en suelo urbanizable programado del plan general de urbanismo de 1999 que todavía no se ha desarrollo. De los otros ocho sectores, seis son ya una realidad con viviendas (Ronda, Montesol I y II, Macondo, Casa Plata y Maltravieso), mientras que los otros dos ya están urbanizados (Vegas del Mocho y Nueva Ciudad -en esta última zona residencial ya se han ejecutado algunos bloques de viviendas-). Además, las planificaciones iniciales del plan de 1999 se vieron afectadas por la creación de otros sectores residenciales con leyes autonómicas para abaratar el precio de la vivienda (El Junquillo, Cáceres el Viejo, Gredos, Residencial Universidad).

El sector 2.5 A, que al este tiene Casa Plata y al oeste la carretera de Mérida, era el más difícil de realizar de los nueve porque su desarrollo se vinculaba a las naves empresariales ya ejecutadas en el lado este de la carretera de Mérida y a posibles indemnizaciones o compensaciones a los propietarios de las mismas, motivo por el que al final el sector se dividió en dos, quedando en el 2.5 A los terrenos que no tenían construcciones. A esto se sumó que cuando por fin se hizo esta partición empezó la crisis en el sector de la construcción y el terreno quedó pendiente de desarrollarse.

El programa de ejecución (el instrumento urbanístico para el desarrollo del suelo) se aprobó en 2011 tras resolverse las alegaciones que se presentaron, entre las que había un informe de la Consejería de Educación sobre la reserva para dotaciones educativas. El potencial de viviendas que para este sector se recoge en el plan de urbanismo de 2010, que incorporó esta zona para su desarrollo, es de 834 pisos, además hay cinco parcelas para usos terciarios, las que tienen ahora mayor potencial (los programas de ejecución que se han presentado en los últimos años como los dos de la avenida del Ferrocarril y el del ferial tienen como principal objetivo el desarrollo de suelos comerciales). De la realización del sector 2.5 A también depende la prolongación de la avenida de Pierre de Coubertin hasta la futura ronda sur.

En el plano que acompaña la información está la ordenación prevista para el sector con las áreas residenciales y terciarias y con las parcelas destinadas a equipamientos y zonas verdes.

Una de las razones por las que se estudia ahora la caducidad del programa es que la agrupación de interés urbanístico del sector (los propietarios del terreno) tendrá que aportar el total de la garantía definitiva que se establece en la Ley del Suelo y que no puede ser inferior al 7% de los costes de urbanización. La decisión de iniciar la tramitación de la caducidad se acordó en julio, en la misma reunión de la comisión en la que se dictaminó en contra de una modificación del programa propuesta por los propietarios.