Los incidentes que vienen padeciendo de forma continuada los autobuses urbanos que cubren la línea nocturna del ferial ha llevado al ayuntamiento a plantearse la necesidad de dotar a estos vehículos de seguridad privada, con la contratación de vigilantes, según confirmaron a este diario fuentes de los servicios técnicos municipales.

El último de los altercados graves se registró en la madrugada del viernes al sábado. La avalancha de jóvenes que pretendían coger el autobús a las cinco de la madrugada obligó a suspender el servicio ante el problema de orden público que se estaba generando.

Desde la empresa concesionaria de los autobuses urbanos, Busursa, se ratifica que existe un grave problema de seguridad en esta línea . "La gente va bebida y es muy difícil de controlar, intentan abrir las puertas con el vehículo en marcha, con lo que éste se bloquea por el sistema de emergencia que tiene, algún día ocurrirá un accidente", asegura un responsable de la empresa.