El ayuntamiento ha decidido poner coto a las carreras ilegales de coches en el ferial, una práctica que, dada la medida de urgencia, es más que habitual en las madrugadas de los fines de semana durante el botellón , sobre todo los viernes.

El concejal de Desarrollo Local e Infraestructuras, Miguel López, dio instrucciones el miércoles al servicio técnico para que se adoptaran medidas limitadoras y de seguridad para evitar que las calles del recinto se utilicen como circuito de rallys, según anticipó ayer el edil a Europa Press y confirmó posteriormente a este diario.

Fue precisamente uno de los concejales más jóvenes de la corporación, Jorge Carrasco, del PP, quien expuso este problema en la última comisión de Tráfico, solicitando medidas al respecto.

Este fin de semana, según López, deberán estar colocados los obstáculos, que serán bolardos o montículos de cemento pintados de blanco y rojo. Con esta medida se pretende "evitar una desgracia", explicó el edil. A pesar de que diversos testigos han dado constancia de la existencia de dichas carreras, ni la policía local ni la Nacional han podido verificar realmente la organización de las mismas.

Jorge Carrasco confirmó que cualquier participante del botellón sabe de la existencia de "estas carreras, de los coches circulando a grandes velocidades por el recinto muy cerca de la gente y del peligro que suponen".

La medida afectará sobre todo a la calle principal que da acceso al recinto hípico, que es la más proclive a estas pruebas de velocidad. La inminente apertura del nuevo curso académico, que eleva considerablemente la afluencia de jóvenes al ferial, ha motivado también que se adopten las medidas de forma inmediata.

ORDEN EN EL BUS Asimismo, desde el fin de semana pasado ya está operativo el nuevo embarcadero de la parada del autobús del ferial, que supuestamente ordenará el acceso de los usuarios del mismo. Los numerosos incidentes que se han registrado en el último año entre los usuarios del transporte urbano en el ferial ha obligado a crear este acceso que obliga a los viajeros a subir al autobús de uno en uno. "El problema era que la gente, con un grado de alcoholemia notable, quería subir toda al mismo tiempo y se producían peleas", apuntó López.

Para evitarlas, la brigada municipal de obras ha instalado esta pasarela de la que no se sabrá su eficacia real hasta que no aumente en las próximas semanas la afluencia de jóvenes con la llegada de los universitarios.

Los continuos incidentes han provocado varias noches la suspensión del servicio de autobús por seguridad, también las quejas de los conductores que temían por su integridad física y la de otros viajeros, e incluso ha motivado la intervención de la policía que, por ello, mantiene un dispositivo permanente de vigilancia los fines de semana en la zona.