El concejal de Urbanismo, José Antonio Villa, anunció ayer la reapertura de la librería Boxoyo, un establecimiento de la calle Conde de Canilleros cuya actividad había sido cautelarmente cesada por una resolución de alcaldía en base a informes técnicos y tras la denuncia de un vecino que asegura tener grietas en su piso, situado bajo este negocio, producidas al parecer, por el peso de los libros.

El edil indicó que el gobierno ya ha recibido el informe de los técnicos y comentó que tras su estudio se acuerda la reapertura del negocio, pero "siempre condicionándola a medidas de seguridad que el técnico sugiere como necesarias y a una vigilancia municipal". Villa lamentó la situación que se ha generado desde el punto de vista cultural y comercial de la ciudad monumental y recordó que Boxoyo es un "sitio emblemático" que está haciendo "una labor importante". No obstante, insistió en que "el principio de legalidad debe presidir la actuación" del gobierno y consideró que no se puede hacer "demagogia en una cuestión como ésta y debemos afrontarla con sujeción a la norma y al ordenamiento jurídico".

Villa consideró que si hay una situación que enfrenta a dos ciudadanos, "la administración debe pronunciarse en un sentido u otro". Reiteró que la licencia de apertura se concedió en mayo del 2005 también por una resolución de alcaldía y que ahora "se va a levantar la orden de suspensión sujetándola a una serie de criterios de vigilancia en tanto en cuanto los técnicos den su conformidad con la definitiva resolución de las soluciones adoptadas en su día que allí pudiera haber". El concejal recordó que la sociedad de responsabilidad limitada que regenta el negocio interpuso un recurso de reposición contra el cierre, que se ha estimado parcialmente dando la orden de reapertura con sujeción a los criterios técnicos, entre ellos "exigencia de retirada de los libros de un determinado sitio que no formaba parte de la resolución de la alcaldía y ciñéndose exclusivamente al que en mayo del 2005 se dio la licencia". Villa confió en que el asunto no entre en vía judicial y que haya quedado resuelto.