«Las escaleras mecánicas en la calle Alzapiernas sí se van a hacer». La frase no procede del gobierno local, que avala esta solución, sino del presidente de Aspace, Narciso Martín, uno de los colectivos de discapacitados que se oponen a esta solución. Su afirmación muestra que de la reunión que ayer se celebró en el ayuntamiento no saldrá ningún cambio en el anteproyecto pese a que «no se cumple la normativa y por tanto sí es recurrible», reiteró Martín, que tras la reunión aseguró que aún no se había tomado una decisión sobre qué acciones emprender tras la negativa del gobierno a variar el anteproyecto. La alternativa que los colectivos llevaban a la reunión era la instalación de un ascensor para garantizar la accesibilidad universal, «nos lo han rebatido por una cuestión de seguridad cuando se pueden poner cámaras», agregó.

Antes de la reunión, el portavoz del gobierno, Rafael Mateos, defendió la opción de las escaleras mecánicas como mejor solución técnica para una calle con un tránsito anual de 900.000 personas. El anteproyecto da tres opciones de paso: escalera convencional, escalera mecánica y rampa. Como no se garantiza la accesibilidad universal se da la alternativa de Sánchez Varona y Felipe Uribarri, calles que tienen una menor inclinación.

Mateos recordó que el anteproyecto fue dictaminado a favor en la comisión del plan especial (norma que regula las actuaciones en el casco viejo) celebrada el jueves. Y añadió que el paso siguiente será la formalización del contrato, cuya adjudicación se ha propuesto a favor de la empresa GC 10 Gestión y Obras, que tendrá un mes para redactar el proyecto.

En esa comisión el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura votó en contra del anteproyecto de Alzapiernas. Su representante en este órgano, Manuel Herrero, secretario del colegio, explicó ayer que hay dos razones para oponerse. La primera es que «va en contra» de la Ley de Accesibilidad Universal. La segunda es que «funcionalmente entendemos que no es operativo». Detalló que la escalera convencional, la escalera mecánica y la rampa quedan en el tramo más estrecho de la calle con un ancho «en el que no se podrían cruzar dos personas». La solución propuesta en el anteproyecto «es inviable en un espacio público, esperemos que en el proyecto se replantee», añadió Herrero.

En la comisión, que es un órgano técnico en el que están representados administraciones y colegios profesionales, hubo tres votos a favor, uno en contra y el resto de miembros presentes se abstuvieron.

El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos fue uno de los que votó a favor. Su representante en este órgano, Diego Salas, presidente del colegio, aseguró que el anteproyecto no incumple la normativa sobre accesibilidad ya que en la misma se establecen excepciones por ajustes razonables que estén justificados. «La pregunta es si se mejora lo que hay ahora y la respuesta es que sí», explicó Salas, que recordó que a aquellos que tengan una movilidad más reducida se les da una alternativa en el anteproyecto por las calles Sánchez Varona y Felipe Uribarri. Afirmó que el trabajo técnico hecho por el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, autor del anteproyecto de Alzapiernas, ha sido «excepcional».