El ayuntamiento ha decidido impedir la entrada de perros al parque del Rodeo, una medida adoptada por el concejal de Parques y Jardines, Joaquín Rumbo, tras las "constantes denuncias" que ha recibido el equipo de gobierno por parte de numerosos ciudadanos (especialmente padres) quejándose de la actitud "incívica" de los dueños de los animales, según indicó el edil en declaraciones a este diario.

Rumbo ha dado instrucciones y ya se han instalado las placas a la entrada del parque en las que se prohíbe expresamente el acceso de los perros. El concejal dijo que el guarda que vigila la zona verde de forma permanente velará para que los dueños no metan a los animales y comentó que también hay órdenes en la jefatura de la policía local para que los agentes acudan al Rodeo en caso de que se produzca algún incidente por la aplicación de esta medida.

INCIDENTES El edil aseguró que durante los últimos meses se han producido "varios incidentes con perros que han atacado o tirado a alguna persona que se encontraba paseando por el parque" e informó de que incluso una madre ha remitido un escrito al ayuntamiento denunciando que "su hijo pequeño había tocado el excremento de un animal y luego se había llevado las manos a la boca".

Joaquín Rumbo señaló que el Rodeo es un lugar donde al atardecer se reúnen cientos de personas, sobre todo niños que acuden a los juegos infantiles, y que su presencia y la de los perros "es incompatible". El concejal insistió en que desde el ayuntamiento se han dado numerosas oportunidades a los dueños de los animales --"hay un pipican y un expendedor de bolsas", recordó el edil-- pero que han valido de muy poco.

No es la primera vez que el gobierno adopta una medida así. En noviembre del 2002 se hizo lo mismo en el Parque del Príncipe, aunque finalmente la prohibición no llegó a entrar en vigor ante la oposición de asociaciones en defensa de los animales.