El edil de Obras, José Joaquín Rumbo, manifestó ayer que la intención del gobierno era suprimir los aparcamientos que quedan en la plaza de Santa Clara, pero esa idea no se acometerá por ahora, y hasta el entorno de la ermita de Las Candelas volverá a abrirse a los coches. Son dos de las concesiones que el consistorio hará a los residentes, con quienes se entrevistó ayer el alcalde. Ambas partes calificaron la reunión de positiva, pero esto no significa que los vecinos vayan a paralizar sus protestas. Su portavoz, Susana Moreno, condicionó cualquier decisión a una reunión que se iba a celebrar ayer por la noche.

En lo que no habrá cambios será en los pivotes para que no se aparque en las aceras, que se mantendrán. Además, se presentó a los vecinos un plan de reordenación del aparcamiento por calles y se informó de que se facilitará la construcción de cocheras. La solución definitiva pasa por los aparcamientos, ayer se habló de unos 140, que se harán en la mitad del olivar de Santa Clara y en parte del patio de las Trinitarias, con las que todavía no se ha llegado a un acuerdo.