La comunicación del Catastro recibida por el ayuntamiento en junio hizo que en el consistorio se pensase que el incremento de los valores catastrales iba a ser del 1,10% --como aparece en el escrito--. Esto causó la modificación del tipo impositivo que se aprobó en septiembre: se dejaba en el 0,81% para, sin subir el impuesto, no perder ingresos. Pero la subida de los valores catastrales un 10%, no el 1,10% que figura en el escrito, motiva ahora que el tipo haya que dejarlo en el 0,75% para 2016, una bajada del 10% respecto a este año para que la subida de la revisión se compense con la bajada del tipo y el contribuyente no pague más.