El ayuntamiento planea poner en marcha un plan específico para evitar que el botellón se adueñe del festival Play Cáceres, que comenzará el próximo 3 de octubre en la plaza Mayor con un total de 25 conciertos durante los cuatro fines de semana de ese mes en los dos escenarios que se instalarán junto a las escaleras del Arco de la Estrella y el Foro de los Balbos. Entre las medidas que estudia el gobierno local figuran el control de los accesos a la plaza por parte de la policía local para evitar que el público pueda entrar con bolsas de bebidas y acordar con los hosteleros que la venta se realice en envases de plástico y no de cristal, además de un pacto para fijar precios que no sean abusivos.

Según avanzó ayer el concejal de Infraestructuras, Miguel López, también se ha preparado un dispositivo especial de limpieza para el festival que será similar al de un Womad, con aseos portátiles en puntos estratégicos de la plaza y un incremento en el número de operarios de la empresa concesionaria Conyser. Con el objetivo de que el aforo para los conciertos quede lo más despejado posible --la plaza puede albergar un máximo de 5.000 personas, según cálculos de la policía local--, está previsto también el desmontaje del mobiliario urbano (papeleras, bancos y jardineras) y de las terrazas de los bares.

CON TIEMPO López afirmó que esta medida se comunicará a los hosteleros con antelación suficiente para evitar las quejas que se produjeron en el Womad. El edil opinó que la supresión de los veladores favorecerá que los locales reciban más clientes al no permanecer sentados.

Play Cáceres está organizado por la Consejería de Cultura y en su cartel se han incluido primeras figuras de la música como Diego El Cigala, Carlihnos Brown, Chambao, Estrella Morente, Dulce Pontes o Raimundo Amador, además de una destacada representación extremeña a cargo de Luis Pastor, Pablo Guerrero, Amadablan, Javier Arroyo, Javier Conde, Gecko Turner o Los Niños de los Ojos Rojos. Aunque la Ley de Convivencia y Ocio contempla autorizaciones de carácter extraordinario para determinadas actividades y manifestaciones populares como ferias y fiestas patronales o locales, los botellones se han repetido durante las últimas ediciones del Womad en la plaza Mayor y su entorno, sin que la policía haya actuado para evitarlo. Las críticas posteriores de vecinos de la parte antigua han venido acompañadas de importantes dispositivos de limpieza para mitigar las consecuencias del botellón .

El concejal Miguel López reconoció ayer que "el mayor problema" al que se enfrenta el ayuntamiento con este festival es el botellón y aseguró que varias concejalías --Dinamización y Juventud, Movilidad y Seguridad Urbana e Infraestructuras-- están trabajando conjuntamente para "desactivar" las concentraciones de grupos en torno al alcohol.

Para evitarlas, el edil también se mostró partidario de pactar con los establecimientos de la plaza Mayor "precios populares" para las bebidas y criticó que algunos locales hubieran aprovechado la celebración del Womad para incrementarlos.