Habrá un control exahustivo del gasto y no aumentará la presión fiscal. Ese es el objetivo que persigue el equipo de Carmen Heras y que ayer reiteró el portavoz municipal, Lorenzo de la Calle, tras la junta local de gobierno, la primera del curso político y que tuvo como asunto central la situación económica del ayuntamiento.

De la Calle se mostró convencido de la imperiosa necesidad de ejecutar un plan de saneamiento que ponga sobre la mesa la situación económica real del consistorio. Pero para ello se hace necesario previamente liquidar el ejercicio del 2006, cuyas cuentas debían haber sido ya aprobadas por el pleno y remitidas al Tribunal de Cuentas.

El portavoz del gobierno aseguró que desde los servicios económicos del ayuntamiento y desde la Concejalía de Economía y Hacienda "se está trabajando a marchas forzadas para solucionar el tema que está pendiente, porque ello tiene una importante trascendencia cara a la formación de los estados numéricos del presupuesto del 2008", subrayó De la Calle.

Una vez que esa liquidación del 2006 se ejecute se procederá al plan de saneamiento. El portavoz recordó como estando en la oposición su partido ya materializó un plan económico financiero de las cuentas públicas, que también elaboró el gobierno popular de José María Saponi, "que está ahí, pero que nunca llevó a efecto", apuntó De la Calle.

COINCIDENCIAS El responsable municipal insistió en que el gobierno y sus socios --Santiago Pavón, de Izquierda Unida, y Felipe Vela, de Foro Ciudadano-- convienen en la elaboración de ese plan porque "sin conocer con exactitud cuál puede ser el remanente de tesorería negativo --explicó-- no sabemos si nos enfrentamos a un nuevo presupuesto deficitario".

En ese caso, el presupuesto municipal del 2008 podría diseñarse de tres maneras: con el superávit que determinara el remanente de tesorería del ejercicio anterior, acudiendo a una operación a corto plazo o a una aminoración del gasto. Lo que sí está claro es que a De la Calle no le asusta el reto y ayer confesó que pondrá todo su empeño en sacar su proyecto adelante. De hecho, insistió en su objetivo más inmediato: "darle un vuelco total y absoluto al ayuntamiento en la manera de gestionar".

El portavoz anunció que el ejercicio presupuestario pasará por una modernización, será más eficaz y, sobre todo, se establecerá una clasificación orgánica del gasto, para que la ciudadanía pueda saber dónde está el dinero, en qué se utiliza, qué concejales lo usan y cómo lo usan. "Se tiene que saber quién gasta, qué concejalía tiene la asignación de los recursos económicos en el ayuntamiento para exigirles las responsabilidades políticas de su gestión". Y todo ello sin subir impuestos, aunque existirán nuevas figuras impositivas pero que no repercutirán --matizó De la Calle-- "en el común general de todos los ciudadanos".