El ayuntamiento se propone atajar las construcciones ilegales en Aldea Moret que afloran en las viviendas situadas en el Cerro de los Pinos. Corrales, minigranjas y establos sin permiso ocupan el perímetro de esta urbanización situada en la zona más alta de la barriada.

Algunos propietarios han levantado anejos en sus patios traseros abriendo boquetes en las paredes exteriores de las viviendas y han ocupado terrenos públicos donde pueden verse animales y otros utensilios.

Así lo confirmó a este diario Guadalupe Iglesias, presidenta de la Asociación de Vecinos Santa Bárbara, quien aseguró que "se están haciendo chabolas" como prolongación a los patios traseros de las viviendas. Añadió que sus propietarios utilizan estos espacios fuera de la ley para meter gallinas y otros animales: "Los vecinos están muy molestos por los olores", subrayó. Algunos afectados consultados por EL PERIODICO corroboraron la denuncia de la presidenta vecinal, aunque declinaron desvelar su identidad por miedo a represalias.

DENUNCIA MUNICIPAL Por su parte, el concejal de Obras, José Joaquín Rumbo, dijo desconocer este hecho, aunque aseguró que la policía local actuará de inmediato contra los responsables de las irregularidades. El edil indicó que los agentes tienen instrucciones precisas para actuar "contra las construcciones ilegales que detectamos en la ciudad".

El ayuntamiento ya intervino en esta misma zona el verano pasado. El responsable municipal aseguró que en aquella ocasión "se quitaron todos los cerramientos ilegales" localizados en las traseras del campo de fútbol de Aldea Moret. Los cerramientos, aseguró Rumbo, "estaban hechos de maderas y de palos, donde metían perros y caballos".

En este sentido, el edil indicó que las actuaciones policiales para evitar estos hechos han sido "constantes". "Como a las viviendas del Cerro de los Pinos les rodea campo, los propietarios hicieron refugios para los animales", dijo Rumbo, quien aclaró que el consistorio volverá a impedirlos si es necesario.

A pesar de ello, aclaró que este tipo de prácticas "no se dan habitualmente" y que el único precedente en otros barrios de la ciudad data de hace varios años en la Mejostilla, donde también se detectaron construcciones ilegales en viviendas unifamiliares por parte de los vecinos.

En aquel caso, el ayuntamiento procedió al derribo de los anejos de las viviendas que se habían levantado sin permiso y la policía local instruyó las correspondientes diligencias contra los propietarios. "Suele ocurrir en las afueras. Las patrullas tienen la orden de vigilar las zonas donde se puedan dar este tipo de prácticas", explicó el concejal de Obras, quien añadió que estas minigranjas ilegales se utilizan normalmente para cobijar a perros y gallinas.