Ayer cumplieron su noveno día sin agua. Acciona y el ayuntamiento no han devuelto aún el suministro a las ocho familias del poblado minero porque no logran llegar a un acuerdo en cuanto a la instalación de los contadores. Las concejalas de Medio Ambiente y Asuntos Sociales, María Teresa González y Marisa Caldera, respectivamente, visitaron ayer por la mañana a los vecinos para trasladarles la propuesta de la administración local.

Su alternativa consiste en la instalación de un contador digital a la entrada del barrio, que está preparado para la detección de cualquier fuga en la red. De tal manera que, según explicó la edil de Medio Ambiente, "cuando exista una fuga el contador detecta la avería y se para hasta que Acciona la repare". El consistorio colocará también contadores individuales en cada vivienda para que cada familia controle lo que gasta, aunque finalmente deberán abonar una sola factura que corresponderá al consumo de todos los vecinos.

Este último punto es en el que discrepan los residentes, quienes exigen que las facturas se abonen por separado con el objetivo de que cada uno pague lo que consume. El ayuntamiento se niega ya que, como ya explicara este diario, el poblado minero es una barriada privada (la Agencia Extremeña de la Vivienda, organismo de la administración autonómica, adquirió el poblado minero en diciembre de 2006 tras llegar a un acuerdo con Pronorba) y la red no está recepcionada. Ocurre lo mismo que en la urbanización Ceres Golf.

La edil de Medio Ambiente, María Teresa González, transmitió a los vecinos también que el ayuntamiento no les reclamará la deuda que contraen con Acciona, que asciende a 53.000 euros desde el 2012. El problema surgió precisamente a raíz de un consumo excesivo, que se disparó durante el año pasado. El ayuntamiento explicó que este gasto procede de una explotación ganadera que se encuentra a escasos metros del poblado minero y que se abastece de la red del mismo, aunque debía estar enganchada a otro contador más cercano.

LA TARIFA MAS BAJA González aseguró que Acciona aplicará la tarifa más baja para que los consumos no sean altos. No obstante, ayer la concejala de Asuntos Sociales, Marisa Caldera, informó también a los vecinos de las ayudas que concede el Imas para hacer frente a las facturas del agua.

Las concejalas pasaron casa por casa explicando a los vecinos con un plano dónde ubicarían los contadores. Llevaban incluso una copia del contrato, pero ninguno llegó a firmarlo. El ayuntamiento ha puesto un retén de guardia para que restablezca el suministro una vez que se rubrique este documento, pero no logran acercar posturas. Los vecinos no aceptan tener que pagar una factura comunitaria y quieren esperar a una reunión con la Junta de Extremadura, propietaria del poblado, y conocer sus propuestas.

Según los afectados, González les prometió también hacer frente a las acometidas individuales para renovar la red, que tiene cien años (este extremo no lo comunicó la edil a este diario). "Queremos que sean claros. A los vecinos les han dicho algo distinto a lo que venían diciendo siempre", señaló el presidente de la asociación de vecinos, Francisco Luis López. Los residentes mantuvieron por la tarde una reunión en la iglesia del poblado minero, a la que asistió una decena de personas. En ella se acordó no aceptar la propuesta municipal a la espera de reunirse con la Junta. Barajan, además, participar en el pleno ordinario del ayuntamiento, que se celebrará el próximo jueves.

SEGUIRAN SIN AGUA Mientras tanto continuarán sin agua. Los vecinos seguirán abasteciéndose de una fuente próxima a sus viviendas o acudiendo a casa de familiares a ducharse y a lavar la ropa.