El ayuntamiento ha recibido 224 solicitudes de hosteleros para la licencia de instalación de terrazas en la vía pública. El plazo se cerró el pasado 31 de marzo después de su ampliación, segunda tras la primera que prolongó el periodo de presentación de las solicitudes hasta el 16 de febrero. Son 26 peticiones más que las registradas el pasado año y 40 más que las recogidas en 2016.

La ordenanza municipal establece que la presentación de la solicitud de licencia deberá hacerse en el último trimestre del año anterior en el que se quiera ejercer la actividad. La mayoría de las peticiones incluidas dentro de las 224 citadas son de renovación de la licencia. Para las terrazas de los establecimientos de nueva apertura o en los que se ha producido un cambio de titularidad, la solicitud se puede presentar a lo largo del año.

Para 2018 se ha tenido que ampliar el plazo hasta finales de marzo, por más tiempo que en los dos años anteriores pese a que la mayoría de los hosteleros pagarán menos por la tasa. La previsión que se hace en el presupuesto local de ingresos para 2018 por la tasa de terrazas es de 100.000 euros, menos de la mitad de los 210.000 euros que se presupuestaron en las cuentas de 2016.

La nueva ordenanza simplifica el cálculo de la cantidad a pagar. Hasta el pasado año se tenían en cuenta diversas variables, entre ellas el precio del metro cuadrados asignado a cada zona. Desde el pasado 1 de enero se establece una cantidad anual a pagar por mesa, un precio que está entre los 75 euros por mesa de la zona uno, que es la más céntrica, y los 40 de la quinta zona. Lo que no se contempla en la nueva ordenanza fiscal es el pago fraccionado de la tasa

La tasa baja para la mayoría de los hosteleros, aunque hay excepciones como la de los empresarios que con la nueva normativa municipal pasan de la zona 4 a la 1, entre éstos están los que tiene sus terrazas en la plaza de San Juan o en la calle San Pedro de Alcántara.